2. Entré en tu vida a alta velocidad,
encontré los caminos de tu intimidad
abriendo abismos y simas de vértigo
de emociones en letargo.
Te pedí la llave de tu corazón
y tú me preguntaste por qué.
No supe responder
pero en tu bajel sin dudarlo me embarqué.
Abrí un mar de dudas y preguntas
hasta que una tibia mañana claudicaste,
te dejaste ir orquídea liviana en la corriente
en el fluir del amor intenso.
Aceptaste mi montaña rusa,
saltaste sin red,
te subiste a un tren en marcha
rumbo a ninguna parte.
Rompiste esquemas,
te entregaste sin reservas,
me permitiste que amara
los rincones de tu alma.