🦄💫4° SEM32 WORD PLANEACIÓN PROYECTOS DARUKEL 23-24.docx
Luz de luna
1. Luz de Luna
Estando en tus ojos, me di a la tarea de buscar mi libertad. En ese fuego abierto que es tu vida.
Pasando y pasando, vino a mi memoria los sitios idos. Y el tiempo presuroso. Tal vez por aquello de
que no soy, ahora, otra cosa que sumiso sujeto. Que he buscado la libertad manifiesta, real. Y, en
esos ojos tuyos siempre busqué hacer como personaje ingrávido. Volando por ahí. Por todo tu
cuerpo efímero. Que fue y es lo logrado en el estando en vida. Viajé hasta la línea de lo que
llamamos esperanza. Y encontré nada. Tan profundo eso, que me hice a la idea de estar absorto.
Como cuando uno siente que no va más. En una condensación del aire y el mar. En este estar que
no soporto. Pero que me sigue por la vía caminante mía. Y te busqué en el inicio. En ese sitio en
que viniste al mundo. Te cortejé en voz primera. Haciendo los esguinces propios de la Luna serena.
Inmóvil. Avasallante, aun con su brillantez prestada, no suya.
Es tal el ensimismamiento que retiré mi vida del bazar de quienes siempre han sido serenos. Como
comediantes sinceros, erguidos. Pero que, en ese volver la mirada, encuentro lo suyo con lo tuyo; o
mujer tendencial. Siendo como nervadura de puras ansias mediáticas. En este desierto inmenso. En
el cual fijé mi visión, mi interpretación de vida. Y seguí, en ese camino sinuoso. Como envolvente
posición esclava, Este yo, mío, midiendo los hechos y su secuencia. Por la vía más difícil y dolorosa.
No soy, eso es cierto, mucha cosa bella. Soy, más bien, expresión de agonía. Tierna, claro está. Por
cuanto es heredera de tu impávido mirar. Con tus ojos abiertos. Como escrutinio policial. Como si
quisieras enhebrarlo todo. Con tu fijeza de alma habida en todo tiempo.
Y alcé vuelo a tientas. Siendo ciego sujeto que no encuentra los horizontes. Por lo mismo que no
tengo mirar autónomo. Más bien como potencia venida a menos. Como constante punto inferido, a
partir de cuestionar las cosas y las vidas. De todos y de todas. Un volverse a mirar en el espejo de
los caminos hirientes. Saturado de nostalgias y de recuerdos reducidos a mera repetición
envolvente. Cruzando lo que sea. Pero, en el entendido que provee insumos para contar, después,
la historia de lo que fue antes. No ahora. Esa ceguera mía. Esa voluptuosa figura tuya expandida.
Como si nada hubiese pasado antes. Entre los dos. Ojos incrédulos de lo que ve. Mujer, tú,
invadida por el placer que se siente ante el vencido. Y ese soy yo, ahora. Ambivalente estar que no
puedo cambiar. Ni ahora. Y creo que nunca. Un viaje explayado. Viviendo en la seguidilla de
haceres. De tiempos milenarios. Como si allí estuvieras antes de nacer el mundo.
Voy, entonces, de regreso. Ya no estoy interesado en convencerte para que me ames. Un regreso
del entorno aciago, para mí. Territorio azaroso. Inverso a la ternura que había localizado. Ahora
perdida en ese camino trazado por tu cuerpo y tú pensar. Yendo en proclamas adversas. Tratando
de eludir, la pérdida d referentes. Así estos sean primarios. Débiles, no ciertos.
Por fin, en este día pleno, llegué desde allá. Y estoy aquí, languideciendo. Pero con la fuerza para
desistir de volver a sentirte. Como sí, yo, quisiera morir en ello. Porque sería lo justo para mí. Este
andante en minusvalía. Porque, no siendo tuyo ya, me doy cuenta de la pérdida de mis valores.
Estos, siendo así perdidos, se semejan, ahora, al ser habido antes. A Scherezada muerta. Sin poder
alzar vuelo ninguno. Asfixiado por el viento hecho cuerpo insano. Yo, en este hoy, quisiera haber
nacido en cualquier lejanía por inhóspita que fuera. En fin que, amándote como te amo, no quiero
más entretener mi esperanza. No quiero, como dice la canción, luz de Luna.