1. Tejido conjuntivo laxo, colon, simio, tinción
tricrómica de Mallory, 700 Χ.
Se muestra aquí, con más aumento, la zona incluida
en el recuadro de la figura adyacente. Se observan
las bases de las células epiteliales a cada lado de la
micrografía. Las fibras de colágeno (C) aparecen
como hebras delgadas que forman un estroma que
rodea las células. La mezcla de células que aquí
presentes, consiste en linfocitos (L), células
plasmáticas (P), fibroblastos, células musculares
lisas, macrófagos (M) y mastocitos ocasionales.
2. Tejido conjuntivo denso regular, tendón,
corte longitudinal, ser humano, H&E, 400 Χ.
En esta micrografía con más aumento, se observa la
disposición en una sola hilera de los núcleos del
tendinocito (TC) junto con las fibras de colágeno
interpuestas. Estas últimas tienen un aspecto homogéneo.
El citoplasma de las células no se distingue del colágeno,
como es normal en los cortes incluidos en parafina y teñidos
con H&E. La variación en el aspecto nuclear se debe al
plano de corte y a la posición de los núcleos en el espesor
del corte.
También se observa en esta muestra un vaso sanguíneo (BV)
de pequeña calibre que transcurre dentro del endotendón.
3. Cartílago hialino, tráquea, ser humano,
H&E, 160 X.
El cartílago hialino de esta micrografía proviene de una muestra
obtenida poco después del deceso y mantenida a baja temperatura
durante la fijación. El procedimiento reduce la perdida de los
grupos sulfato con carga negativa; es por ello que la matriz se tiñó
más intensamente con la hematoxilina. Se deben notar también las
cápsulas (flechas) bien definidas y de tinción intensa que rodean
los condrocitos.
La cápsula es el sitio donde los glucosaminoglucanos sulfatados se
concentran más. En contraste con la basofilia de la matriz
cartilaginosa, el pericondrio (P) se tiñó con la eosina. La región
pálida que se ve entre el pericondrio y la matriz basófila muy
teñida es la matriz que todavía no ha madurado. Ésta posee una
cantidad menor de grupos sulfato.
4. Fibrocartílago, disco intervertebral, ser
humano, tricrómica de Mallory 700 X.
Esta fotomicrografía muestra con más aumento la región contenida
en el rectángulo de la foto anterior. Los condrocitos están dentro
de lagunas (flechas) y su citoplasma se tiñe con intensidad. El
material de matriz cartilaginosa que los rodea es escaso y se
confunde con el tejido conjuntivo denso. El material de la matriz
cartilaginosa se puede detectar mejor al observar el grupo más
grande de condrocitos a la izquierda de esta foto y después se
busca esta misma región en la fotomicrografía de arriba. Se debe
observar la región clara homogénea alrededor del nido celular en
la vista de aumento menor. Esta es la región de la matriz
cartilaginosa. En el aumento mayor de esta imagen, es posible ver
que algunas de las fibras de colágeno están incorporadas en la
matriz, en donde aparecen como haces ondulados.
5. Hueso largo desgastado, osteona, ser
humano, 300 X.
Esta figura muestra una mayor ampliación de la fotomicrografía
de la osteona señalada en la parte superior de la figura. Incluye
algunas de las laminillas intersticiales (IL) que ahora se ve en la
parte inferior de la fotomicrografía (la fotomicrografía se ha
reorientado). Nótense las lagunas (L) y las finas proyecciones
filiformes que emanan de ellas. Estas proyecciones representan
los canalículos, espacios dentro de la matriz ósea que
contienen evaginaciones citoplasmáticas del osteocito. Los
canalículos de cada laguna están comunicados con los de las
lagunas vecinas para formar un sistema de conductos en tres
dimensiones a lo largo del hueso.
6. Hueso compacto, hueso largo, ser
humano, H&E, 135 X.
Aquí se muestra con más aumento el tejido óseo de la diáfisis
en el rectángulo inferior derecho de la fotomicrografía de
orientación. La superficie externa del hueso está cubierta por
tejido conjuntivo denso conocido como periostio (P). El tejido
restante en la fotomicrografía es hueso compacto (CB). Los
conductos de Havers (HC) están rodeados por osteocitos (Oc) y
se identifican por sus núcleos dentro de la matriz ósea. Otra
característica que vale la pena señalar en este hueso en
crecimiento, es la presencia de células de resorción ósea
conocidas como osteoclastos (Ocl). Son grandes célula
multinucleadas encontradas en los sitios
7. Tejido adiposo blanco, ser humano, H&E,
363 X; recuadro 700 X.
Esta es una fotomicrografía aumentada del tejido adiposo blanco de la
muestra que aparece en la fotomicrografía de orientación. Muestra
porciones de varios lobulillos de las células adiposas. El tejido conjuntivo
denso (DICT) separa los lobulillos de las estructuras circundantes. En
muestras bien conservadas, los adipocitos (A) presentan un perfil esférico
en el que se observa un borde de citoplasma muy delgado que rodea una
sola inclusión lipídica grande. Dado que los lípidos se pierden durante la
preparación del tejido, lo único que se ve es el borde de citoplasma y un
espacio casi transparente. Entre las células hay un delicado estroma de
tejido conjuntivo muy fino que mantiene juntos los adipocitos, y dentro del
estroma hay vasos sanguíneos (BV) pequeños, sobre todo capilares y
vénulas. La mayor parte de los núcleos visibles en el tejido adiposo blanco
pertenecen a fibroblastos, adipocitos o células de vasos sanguíneos
pequeños. Sin embargo, suele ser difícil realizar la distinción entre los
núcleos de los fibroblastos y los núcleos de los adipocitos. El recuadro
muestra un adipocito cuyo núcleo (N) es bastante fácil de identificar. Parece
que está situado en el reborde del citoplasma (Cy), lo cual le imparte al
adipocito el aspecto clásico en “anillo de sello”. Un segundo núcleo (N’), en
parte fuera del plano de corte, da la impresión de estar ubicado entre el
borde citoplasmático de dos células contiguas. Es probable que sea el
núcleo de un fibroblasto. Debido al gran tamaño relativo de los adipocitos,
el núcleo de estas células no suele quedar incluido en el plano de corte de
una célula dada. Otras células que pueden observarse en el delicado
estroma de tejido conjuntivo son los mastocitos (MC).
8. Tejido adiposo pardo, ser humano, H&E,
450 X; recuadro 1100 X.
El tejido adiposo pardo que se muestra en este recuadro
consiste en células pequeñas muy juntas con un mínimo de
espacio intercelular. Debido a esta distribución, con este
aumento resulta difícil definir las células individuales. Con un
aumento mayor (que no se ilustra aquí) es posible identificar
algunas células individuales. Una línea de puntos circunscribe
una célula cuyos límites pudieron identificarse con un aumento
mayor. Cada célula contiene muchas gotitas lipídicas muy
pequeñas incluidas en el citoplasma. En este corte se observa
el núcleo (N) de esta célula. Como ya se mencionó, el tejido
adiposo pardo está muy vascularizado y en esta muestra
pueden verse abundantes vasos sanguíneos (BV) identificados
por los eritrocitos que contienen. La distinción entre los
núcleos de los fibroblastos y los núcleos de los adipocitos
dentro de los lobulillos es aún más difícil. Inclusive con más
aumento (recuadro) no es fácil determinar qué núcleos
pertenecen a cuáles células. En el recuadro puede verse un
capilar (C). Una vez más, se identifica por los eritrocitos que
contiene. En el sitio en que los lobulillos están apenas
separados unos de otros (flecha) pueden reconocerse núcleos
alargados pequeños. Éstos pertenecen a fibroblastos en el
tejido conjuntivo que forma los tabiques.
9. Monocitos, frotis de sangre, ser humano, tincion de Wright, 2 150 X.
Los leucocitos en estos paneles son monocitos maduros. Su tamaño varía desde aproximadamente de 13 mm a 20
mm, con la mayor parte en el rango de tamaño superior. El núcleo exhibe el rasgo más característico del monocito, a
saber, una indentación, que a veces es tan prominente que presenta una forma de U como se ve en la fotomicrografía
de la derecha. El citoplasma es muy débilmente basófilo. Los pequeños gránulos azurófilos (lisosomas) también son
característicos del citoplasma y son similares a los observados en los neutrófilos. Las plaquetas (flechas) están
presentes en las fotomicrografías de la izquierda y del medio.
10. Neutrófilosfrotis de sangre, ser humano, tincion de Wright, 2 200 X.
Los neutrófilos exhiben variaciones en el tamaño y la morfología nuclear que están asociadas con la edad de la
célula. La fotomicrografía de la izquierda muestra el núcleo de un neutrófilo que acaba de pasar la etapa de
cayado y ha entrado recientemente en la circulación. La célula es relativamente pequeña; su citoplasma exhibe
gránulos finos distintivos. El neutrófilo en la fotomicrografía del medio es considerablemente más grande y su
citoplasma contiene gránulos más finos. El núcleo todavía presenta una forma de U, pero en varios sitios la
lobulación (flechas) es cada vez más evidente por la constricción del núcleo. El neutrófilo en la fotomicrografía de
la derecha muestra una mayor madurez en virtud de su lobulación muy distintiva. Aquí, los lóbulos están
conectados por “puentes” nucleares muy delgados. Una característica muy distintiva asociado con el núcleo de
esta célula es la presencia de un cuerpo Barr ((flecha), el cual indica que la sangre se ha extraído de una mujer.
11. Basófilos, frotis de sangre, ser humano, tincion de Wright, 2 200 X.
Las células que se muestran aquí son basófilos y también representan diferentes etapas de maduración. El basófilo de la
fotomicrografía de la izquierda es relativamente joven y pequeño. Los gránulos de los basófilos son variables en tamaño y
tienden a oscurecer la morfología del núcleo. Además, son menos abundantes que los gránulos del eosinófilo. El núcleo
del basófilo de la fotomicrografía del medio parece bilobulado, pero los gránulos que se encuentran sobre el núcleo de
nuevo tienden a ocultar la forma precisa. Es probable que el basófilo de la fotomicrografía de la derecha sea más maduro.
Los gránulos ocultan casi en su totalidad la forma nuclear. Unas pocas plaquetas de la sangre (puntas de flecha) se ven en
varias de las fotomicrografías. Normalmente, aparecen como pequeños cuerpos, de forma irregular.