El documento discute la relación entre el desarrollo de los sentidos humanos y las condiciones ambientales a través de la evolución. Explica que los ojos humanos son sensibles a las longitudes de onda de la luz visible (4000-7500 A) debido a que coinciden con el pico de emisión del Sol, permitiendo que los ojos sean receptores eficientes de la radiación solar a la que hemos estado expuestos durante la evolución.
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Este ensayo académico está dirigido a estudiantes de nivel medio superior y también estudiantes universitarios que no tienen un área afín a física. El trabajo se centra en responder la premisa de ¿por qué el cielo es azul?, dando como respuesta que el color del cielo es producto del efecto del esparcimiento de la luz solar en la atmosfera. Al estudiar este efecto, se comprenderá que en realidad el color del cielo es una mezcla de violeta y azul, sin embargo, la sensibilidad de nuestros ojos hace que solo percibamos el tono azul del cielo.
Reflexión de la luz - Fisica para ingeniería Firefalls
Reflexión, refracción y dispersión de ondas
Refracion especular
Reflexión difusa
Teoría onlularia de Hyugens
Principio de Fermat
Dispersión de la luz
Prisma de Newton
1. EL DESARROLLO de los
sentidos que ha
experimentado el hombre ha
sido controlado por el
fenómeno evolutivo y ha
estado íntimamente
relacionado con las
condiciones físicas y químicas
del ambiente que nos ha
rodeado en el transcurso de
los tiempos. De hecho, la
forma de funcionar de
nuestros sentidos es una
consecuencia de la adaptación
al medio. A continuación
ilustraremos con algunos
ejemplos esta relación.
Consideremos el ojo humano. Como ya se mencionó en un capítulo
anterior, nuestro ojo es sensible a las ondas electromagnéticas que
tienen longitudes de onda que están comprendidas entre los valores
de 4 000 A y 7 500 A.3 A este intervalo se le llama la región
visible. Existen ondas electromagnéticas con otros valores de la
longitud de onda; sin embargo, estas últimas son invisibles a
nuestros ojos. Dentro de la región visible, una onda de longitud de
5 700 A, por ejemplo, nos da la sensación de color amarillo (véase
portada).
Por otro lado, si uno estudia las características de la radiación que
emiten diferentes cuerpos, resulta que muchos de ellos la emiten
de manera muy parecida a lo que en física se llama cuerpo
negro.4 Un hecho muy importante es que la forma en que un
cuerpo negro emite radiaciones, solamente depende de su
temperatura. En las figuras 15 y 16 se muestran las distribuciones
o, más precisamente, los llamados espectros de energía que emiten
diferentes cuerpos negros a distintas temperaturas. Estas gráficas
nos muestran la energía que emite el cuerpo para cada valor de la
longitud de onda, a la temperatura correspondiente.
De las mismas figuras podemos apreciar que, mientras menor sea
la temperatura, el valor de la longitud de onda a la que ocurre el
máximo de la emisión se va corriendo hacia la derecha, es decir,
hacia mayores valores de la longitud de onda. Así, a una
El mundo moderno
2. temperatura de 5 700°C, el máximo ocurre para una longitud de
onda de 4 800 A, mientras que a 2 700°C el máximo ocurre a 9
676 A.
Nos damos cuenta, por la figura 15, que el máximo de emisión del
Sol está dentro de la región visible y corresponde a un color azul
verdoso (véase portada). En la figura 15 se ha marcado el intervalo
de longitudes de onda que corresponden a la región visible.
Hacemos hincapié en que este intervalo coincide con la región de
máxima emisión del Sol.
Este hecho no es casualidad. Lo que ha ocurrido es que nuestros
ojos se han adaptado, a través del proceso evolutivo, a ser
sensibles precisamente en la región de longitudes de onda en que el
Sol nos envía su máxima radiación. De esta forma, el ojo ha podido
ser un receptor eficiente de radiación.