El microscopio ha experimentado grandes avances tecnológicos a lo largo de la historia. Se ha pasado de los primeros microscopios simples del siglo XVII, que utilizaban lentes para ampliar objetos, a microscopios ópticos más complejos en el siglo XIX. En la actualidad, los microscopios electrónicos ofrecen una resolución mucho mayor al usar electrones en lugar de luz, permitiendo ver objetos a una escala atómica.