El mercado inmobiliario residencial en Barcelona está experimentando un desequilibrio entre la alta demanda y la baja oferta de viviendas de alquiler. Los precios de alquiler y venta han aumentado en los últimos años debido a la escasez de viviendas. Se prevé que la brecha entre oferta y demanda persista en el futuro a menos que se construyan más viviendas o se rehabiliten edificios existentes.