La basura tecnológica contiene materiales peligrosos como plomo, arsénico y antimonio que pueden contaminar el medio ambiente si no son tratados adecuadamente. En Argentina no hay políticas para recolectar y reciclar desechos electrónicos de forma segura a pesar de los riesgos que plantean para la salud. Se necesitan soluciones para garantizar el tratamiento adecuado de estos residuos tecnológicos.