Los entornos digitales también están cambiando. El aumento de la digitalización, el aumento de los dispositivos de IoT y la nube significan que los límites de la red son más permeables que nunca. Asegurar el perímetro simplemente no es posible. Para defenderse de las amenazas que evolucionan continuamente, la ciberseguridad del mañana debe ir más allá de buscar al atacante de ayer: debe encontrar lo que no sabe buscar. Las tecnologías de Inteligencia Artificial han conducido al surgimiento de redes de autoaprendizaje y autodefensa que logran esto: detectar y responder de forma autónoma a los ataques en curso en tiempo real. Estos sistemas ciberinmunes permiten que el equipo de seguridad se concentre en tareas de alto valor, puede contrarrestar incluso las amenazas de “machine speed” y trabajar en todos los entornos físicos, virtuales, o cloud