Las bibliotecas digitales han existido desde la década de 1990 como un nuevo modelo al que las bibliotecas deben aspirar. Para ser considerada una biblioteca digital, la información debe estar disponible para los usuarios sin importar su ubicación física y debe ser de fácil acceso para todos, gestionada por profesionales. Las bibliotecas digitales contienen una variedad de recursos como libros, periódicos, revistas, manuscritos, archivos de audio, cartas, dibujos, mapas y fotografías.