Este documento resume el descubrimiento de que algunas bacterias pueden comportarse como cables eléctricos. Las bacterias contienen hilos aislados que les permiten conducir corriente eléctrica de forma similar a los cables. Un metro cuadrado en el fondo del mar puede contener decenas de miles de kilómetros de estas bacterias eléctricas, lo que les proporciona beneficios al transmitir corriente. El descubrimiento modifica las teorías sobre la transmisión eléctrica en las bacterias y puede tener aplicaciones útiles en productos el