Estudio de opinión a nivel nacional (16.04.24) Publicación.pdf
Bogotazo
1. Jorge Eliécer Gaitán nació en Bogotá en el año de 1902, dentro de una familia de escasos recursos, con
inclinaciones firmemente liberales. Sin lugar a dudas la difícil situación que su familia experimentó al tener seis hijos
que cuidar, lo llevó a enfocarse más en la vida de las clases populares que mantenían el país a flote. El primer guía
político que tuvo fue su padre, Eliécer Gaitán, que trabajaba en la venta de libros, oficio que lo impulsó a hacía las
corrientes que iban en defensa del pueblo obrero. Su gran entusiasmo por las causas sociales y políticas lo llevó a
ganar bastante renombre entre sus compatriotas. Dentro de los cargos que ocupó en su carrera para convertirse
en candidato presidencial podemos destacar senador por Nariño en 1942, presidente del Senado en septiembre de
ese año y ministro de Trabajo entre 1943 y 1944.
Después de un largo trayecto político lleno de oposición al gobierno y roces bastante marcados con el mismo
debido a su ideología, Gaitán llegó a ser candidato para la presidencia. Y no era para menos, ya que gracias a su
fama se ganó el nombre de “el caudillo del pueblo”, refiriéndose más que todo a la gran representación que las
clases populares sentían hacía su persona, viéndolo hasta cierto punto como el salvador que le arrancaría de las
manos el poder a los mismos de siempre que no permitían que el país avanzara. Todo esto llevó a que la tarde el 9
de abril de 1948, en un día que parecía victorioso, al conseguir la absolución del teniente Jesús Cortés, Jorge
Eliécer salió de su oficina a la una de la tarde, cuando en medio de la vía pública un joven para ese entonces
desconocido para todos llamado Juan Roa, lo atacó dando tiros a quemarropa con su arma, dando de bajo al que
era la esperanza de toda una nación. Ardientes en furia, los que presenciaron el atroz suceso no dudaron en
acribillar al responsable, un grupo considerable de personas se reunieron a su alrededor y atacaron con todo lo que
tenían al asesino, sin darle oportunidad de explicar quiénes habían dado la orden de acabar con la vida del
candidato, dejando una duda que hasta día de hoy no ha sido resuelta. Gaitán no tenía la mejor relación con el
partido conservador que en ese entonces lideraba el país, sus ideas eran diametralmente opuestas y hasta cierto
punto, significaba un obstáculo para la supremacía del conglomerado, razón completamente válida para apuntar a
que estos eran la mente maestra del crimen. Sin embargo, también tenía algunos detractores en su propio partido,
que no estaban muy deseosos que este llegara al poder, dando pie a la teoría de estos fueron los que enviaron la
orden de ejecución. Ahora bien, existe también una conspiración bien fundamentada en la que se llegó a la
conclusión de que Gaitán era un enemigo común de ambos bandos, por lo que llegaron a un arreglo en el que ambos
enviarían a Roa para que se encargara de él. Teorías, es lo único que se puede sacar, porque la respuesta a esta
incógnita nunca será revelada a ciencia cierta.
Enfocándonos en el Bogotazo en sí, la revuelta no tuvo precedentes, nunca se había visto una onda multitudinaria
de esa magnitud antes en la historia. Sus seguidores consumieron la plaza, muerte y heridos se contaban sin
escrúpulos, la turba quería justicia por la muerte de su líder, querían que los responsables pagaran por sus actos,
2. así que decidieron que estos lo pagarán con sangre. La noticia de la revuelta no se hizo esperar y con el tiempo
fueron llegando personas de otros lados a unirse a los destrozos, llevando no sólo negocios, monumentos sino
también a inocentes que caminaban por allí para enterarse de la reyertara. Lastimosamente la venganza no se
detuvo allí, sino que se fueron formando grupos que hasta el día de hoy siguen aquejando a la población, que,
inspirados en las ideas del caudillo, tomaron un mal camino y ahora destruyen la paz entre los habitantes que, si
líder un día proclamó defender, naciendo con estos movimientos un período del cual aún los colombianos no logran
salir, la tan temida violencia colombiana.