El bordado a mano ha sido una forma importante de expresión artística en la comunidad de Zuleta en Ecuador por siglos, utilizando recursos locales como algodón y lana de camélidos. Con la llegada de los españoles en el siglo XVI se incorporaron nuevos materiales como la seda y los hilos de bordar. En la década de 1940, la dueña de la hacienda Zuleta creó un taller para aprovechar las habilidades de bordado de las mujeres locales y generar ingresos, revitalizando esta tradición. Hoy en día,