Las botellas de plástico tienen un gran impacto ambiental a lo largo de todo su ciclo de vida, desde la extracción de petróleo para su producción hasta su desecho, generando contaminación equivalente a 8 veces su peso. Además, su transporte y el hecho de que el 80% no se recicla contribuyen significativamente a la contaminación, por lo que se recomienda reducir su uso o reciclarlas adecuadamente.