La familia burguesa posa para un retrato en el salón de su casa. La madre y tres hijos visten elegantemente, reflejando su estatus social acomodado. El interior lujosamente decorado de la vivienda, con muebles finos y abundantes adornos, también demuestra la riqueza de la familia burguesa. El retrato captura detalles visuales que identifican claramente a la familia como perteneciente a la clase social burguesa.