Ryan se suicidó en 2003 después de años de acoso escolar y ciberacoso relacionado con su supuesta orientación sexual. Una chica lo engañó online haciéndole creer que le gustaba para luego humillarlo públicamente. El dolor y la humillación que sufrió Ryan fueron mayores debido a que los incidentes ocurrieron en Internet y fueron presenciados por una gran audiencia. Su muerte llevó a la aprobación de una ley contra el acoso en Vermont.