Universidad capital general gerardo barrios casos de bulling
1. UNIVERSIDAD CAPITAL GENERAL GERARDO BARRIOS
FACULTAD:
CIENCIA Y TECNOLOGIA
CARRERA:
TECNICO EN INGENIERIA EN SISTEMAS Y REDES
INFORMATICOS
TEMA:
CIBERBULLING
MATERIA:
SOCIEDAD Y TECNOLOGÍA
LIC:
LIC. SALVADOR MANZANAREZ
INTEGRANTES:
JOSE ALCIDES ROMERO MARROQUIN USTS021716
FELIX ERNESTO DIAZ MENDEZ
CICLO:
I 2016
2. CASO 1
Una adolescente e suicida tras sufrir años de
ciberbullying a raíz de una sextorsión
Amanda Todd se mostró brvemente en topless por
la webcam cuando tenía 12 años. A los 13
intentaron sextorsionarla a partir de una captura
de aquel flashing. El sextorsionadoracabó enviando
su foto y publicándolaen Internet, lo cual dio pie a
un acoso dentro y fuera de Internet que acabó
resultándole insoportable. Se quitó la vidaen
octubre de 2012, cuando sólo tenía 15 años.
Amanda Todd, una chica canadiense de 15 años fue
encontradamuerta la semana pasada, apenas un mes
después de haber grabado y publicado un vídeo en
Youtubeen el que denunciabaestar sufriendo
ciberbullyinga raíz de un caso de sexcasting (había
sido engañada para mostrar sus pechos en la webcam
con 12 años y la imagen circuló fuera de su control).
Su madre, que trabaja de profesora, ha declarado que
desea que el vídeo, tituladoMy Story:Struggling,
bullying, suicideand self harm (Mi historia:lucha,
bullying, suicidioy autolesión), permanezca en
Internet tras la muerte de su hija para contribuira
evitar nuevos casos como el de Amanda: “Es lo que
3. mi hija habría deseado”,explicó en Twitter. El vídeo
ha sido visto hasta el momento por más de 3 millones
de personas y ha recibido casi 70.000comentarios de
usuarios de Youtube.
Ya se han creado páginas de homenaje en Facebooky
hashtags específicas en Twitter para recordara
Amanda, aunquetambién se siguen recibiendo
mensajes crueles de burla, mostrando de nuevo que el
ciberbullyingpost-mortemno es infrecuente. También
hay personas que disculpan a quienes acosaron a
Amanda Todd en Facebook, argumentando que no
tienen ellos la culpade que enseñase los pechosy
publicasedatos personales en Internet. Eso sucedió
cuando ella estaba en 8º curso (12 años) y una captura
de ella mostrando brevemente los pechos por la
webcam (duranteuna sesión de videochaten el web
BlogTV) fue distribuida entre sus familiares, amigos y
compañeros de colegio por alguien que la intentaba
sextorsionar. Aunquecambió varias veces de centro
escolar para huir del linchamiento y aislamiento social
que sufrió como consecuencia, el bullyingla
perseguía. “Ya no puedo recuperaresa foto. Estaráen
Internetpara siempre”,escribió la joven en su vídeo
de denuncia, dondeexplica el intento de sextorsión: en
un mensaje recibido por Facebookuna año después de
haberse mostrado en toplessen BlogTV, su acosador
le dijo: “Si no haces un showpara mí (en la webcam),
4. enviaré[la foto con] tus tetas”. Las amenazas se
cumplieron y este hombre llegó incluso a ponerdicha
foto como su perfil en Facebook (algo supuestamente
prohibido y controlado porlos responsablesde esta red
social). Según la madre, el hombre para quien Amanda
se había mostrado en toplessvía webcam continuó
acosándola,fingiendo ser un estudiantey añadiendoen
Facebooka los compañerosde la joven, tras lo cual les
enviaba el vídeo con el desnudo de la menor. Este
llegó incluso a sus profesores.
Tiempo después de aquelladifusión de la imagen de
sus pechos y en el contexto de su búsquedade
aceptación y de amigos tras un nuevo cambio de
colegio, Amanda fue golpeada por un grupo de chicos
y chicas que, además, grabaron la agresión. Aquel día
acabó inconscienteen una zanja, dondela encontró su
padre: una vez en casa se intentó suicidarbebiendo
lejía. Sus acosadores y agresores, en una muestra de
extrema crueldad, se burlaronde ella etiquetándolaen
Facebooken fotos de botellasde lejía y publicando
mensajes diciendo que ojalá muriese. Amanda había
buscado refugio en las drogas y el alcohol, pero
reconoceen el vídeo que esto sólo sirvió para
aumentar su nivel de ansiedad. Ahora llevaba tiempo
acudiendo a tratamiento psicológico.
5. CASO 2
“QUERIDA JENNIFER TE VOY A MATAR”
Una madre nos envió frenética un e-mail. La estaban
acechando en la Red. El acosadoramenazaba con
matarla a ella y a su hija. Conocíaalgunos detalles
personalessobre ella de fuera de la Red, como su
dirección y nombre completo real. También sabía su
número de teléfono. Ellaya había ido a la policía, pero
no parecían tomarse sus temores en serio. Temía por
su seguridad y la de su hija adolescente. Faltó varios
días al trabajo y estuvo en tratamiento médico a causa
del estrés.
(…) Por suerte, el acosadortambién había dejado un
rastro de información personal. Esto nos permitió
identificarle con facilidad. Kelley contactó con él y le
hizo ver que WiredSafety sabía quién era, y que lo que
había hecho era un delito. Él vivía en Canadáy la
víctima en los Estados Unidos. Pero va contrala ley en
ambos países. (…)
Él se arrepintió inmediatamente. Admitió que era un
adolescentey que sólo estaba haciendo el tonto.
Pensaba que era divertido tratarde asustar a la gente, y
no lo considerabaun problema grave dado que él no
tenía intención de poner en práctica sus amenazas.
Prometió no volver a hacerlo. (…)
6. CASO3
cuatro adolescentes detenidas
Cuatro chicas de 16 años fueron detenidas el pasado
23 de enero en Lalín (Pontevedra) por el supuesto
acoso escolar a una compañera de clase, a quien
vejaron, humillaron y maltrataron durante un largo
periodo tanto físicamente como en las redes sociales.
Las jóvenes habían colgado también en Tuenti unas
fotos de la chica cambiándose en la clase de gimnasia.
La detención se produjo después de que los padres
denunciasen el caso a la Guardia Civil, que investigó
los hechos durante unos días y tomó declaración a
alumnos y profesores del instituto pontevedrés.
Según indicó la Fiscalía de Menores de Pontevedra,
las cuatro jóvenes están hoy en libertad a cargo de
sus padres y el caso pone de nuevo sobre la mesa la
polémica sobre el bullying y el ciberbullying en los
centros escolares, una realidad difícil de combatir ya
que se mezclan varias cuestiones. Es una violencia
entre iguales que se hace de espaldas a los adultos.
Las víctimas en muchos casos la sufren en silencio y
no se atreven a denunciarla debido a que se sienten
7. débiles psicológicamente y, asimismo, hay aún una
escasa conciencia en la comunidad escolar sobre la
gravedad del asunto.
La chicas detenidas tienen 16 años y están acusadas
de violar la intimidad de la víctima al colgar fotos
suyas, así como de supuestos delitos de torturas
contra la integridad moral de la menor por insultarla y
vejarla. Según informaba La Voz de Galicia, las
presuntas acosadoras le hacían la vida imposible
tirándole cosas a la cara y amenazándola. El instituto
ya les abrió un expediente el año pasado, pero ha sido
la denuncia y la intervención policial la que puede
haber cambiado el curso de los acontecimientos.
Los psicólogos expertos en acoso escolar subrayan
que lo que deben hacer los centros educativos es
señalar con el dedo a los agresores, definirles como
personas socialmente indeseables, apartarlos antes a
ellos, y nunca permitir que sea la víctima la que tenga
que abandonar y cambiar de colegio o instituto -que
es lo que normalmente sucede-. Aunque en principio
puede sorprender la intervención policial, cabe
recordar que la Conselleria d'Ensenyament
aconsejaba el pasado viernes ante la alarma que
8. desataron en Facebook los informers de los centros
escolares -páginas en las que se vierten comentarios
anónimamente- que cualquier indicio de delito se
denunciase ante los Mossos d'Esquadra.
El de Lalín no es el primer caso en el que el bullying
llega a la Justicia. El pasado mes de junio, por citar un
ejemplo, tres chicos de 14 años fueron procesados en
Gipuzkoa por convertir la vida de un compañero, al
que pegaban cada día, en una tortura física y
psicológica. La Fiscalía pidió para los procesados,
entre otras cosas, 70 horas de trabajo para la
comunidad, alejamiento de la víctima y una
indemnización de 6.000 euros. Estos casos que salen
poco a poco deben ayudar, según los expertos, a
cambiar radicalmente el punto de vista: no es un
comportamiento normal entre niños y adolescentes,
es una violencia que deja huellas psicológicas para
toda la vida y que no se puede tolerar.