El clima de montaña se caracteriza por inviernos largos y fríos con temperaturas por debajo de 0°C, veranos cortos y frescos alrededor de 15°C, y precipitaciones abundantes que suelen ser nieve en invierno. Este clima es propio de zonas situadas a más de 1,200 metros sobre el nivel del mar, como los Pirineos, el Sistema Central y las Cordilleras Béticas en España.