3. Antonio Cánovas del Castillo compaginó los
estudios con su afición por la historia y en 1854
publicó su obra Historia de la decadencia
española. Al mismo tiempo iniciaba su carrera
política y se unía a Leopoldo O'Donnell, artífice
de la revolución del 54 proclamada con el
«Manifiesto de Manzanares», escrito por el
propio Cánovas. Miembro de la Unión Liberal,
en 1854 fue elegido Diputado por Málaga para
las Constituyentes y, a la caída de O'Donnell,
Gobernador Civil de Cádiz. Fue ministro de
Gobernación en 1864 y de Ultramar en 1865
4. El autor de la Constitución de 1876 fue el ilustre
jurista y varias veces ministro Manuel Alonso
Martínez siguiendo el ideario canovista,
haciendo gala de un Liberalismo Doctrinario
Reformado. Cánovas también asumió
funciones de jefe del gobierno durante la
regencia de María Cristina de Habsburgo-
Lorena.
La Constitución española de 1876 es un texto
flexible con el objetivo de permitir gobernar de
5. Cánovas era integrante de uno de los grupos de
presión llamados «Ligas» que abogaban por la
pervivencia del esclavismo en las colonias;
pese a ello, y con la presión de los grupos
abolicionistas, firmó la definitiva abolición de la
esclavitud en España en 1880.
Tal medida violentó las más íntimas
convicciones del líder del Partido Conservador
y presidente del Consejo de Ministros, a juzgar
por las convicciones expuestas en la entrevista
concedida diez años más tarde —el 17 de
noviembre de 1896— al periodista Gaston
6. Para poner en marcha su modelo político
Cánovas se vio forzado a pactar con todo tipo
de fuerzas. Particular importancia tiene, por sus
consecuencias posteriores, su pacto con las
fuerzas más integristas, que le llevará a
nombrar a Manuel Orovio Echagüe Ministro de
Fomento.
Tras la revolución el ministro suspendió la
libertad de cátedra en España con el fin de
afianzar el principio integrista que hacía de la
nación un proyecto sostenido en la voluntad
divina. El decreto por el que se suspendía la
7. Cánovas murió asesinado el 8 de agosto de
1897, en el balneario de santa Águeda, en el
municipio de Mondragón, Guipúzcoa, por el
anarquista italiano Michele Angiolillo, Según
declararía en el momento de su detención, el
motivo fue la venganza por las muertes de los
anarquistas detenidos en Barcelona a raíz del
atentado contra la procesión del Corpus en
junio de 1896.