El documento describe la nacionalización de las minas de cobre en Chile en 1970 luego de un largo proceso iniciado en 1941. Las grandes empresas mineras como Anaconda y Kenneth y Braden Co. habían explotado el cobre chileno por casi 100 años, pero en 1970 pasaron a manos del Estado chileno. Sin embargo, las grandes compañías transnacionales de metalurgia nunca dejaron de estar interesadas en las reservas de cobre chilenas.