El documento explica que la vida no se mide por factores externos como la fama, el dinero o la apariencia, sino por cómo se ama y daña a los demás, la felicidad o tristeza que se les proporciona, y los compromisos y confianzas que se mantienen o traicionan. En última instancia, la vida se mide por cómo se usa para alimentar el corazón de los demás a través del amor, el respeto y la consideración que se les brinda.