El documento habla sobre la parábola del trigo y la cizaña contada por Jesús. Explica que Cristo es la buena semilla, el diablo la cizaña y el mundo el campo. Aconseja a los creyentes mantener la paciencia y la perspectiva celestial, confiando en la victoria final de Cristo a pesar de la presencia temporal de la cizaña en el mundo.