Este documento discute la importancia de seguir el plan de Dios en lugar de nuestros propios deseos. Señala que Dios no siempre responde oraciones que no están de acuerdo con Su voluntad y diseño. Insta a los lectores a examinar el plan de Dios para ellos en lugar de tomar decisiones apresuradas o sin fundamento. Finalmente, concluye que el único fundamento sólido es escuchar y obedecer a Dios y Su Palabra escrita.