El documento habla sobre la educación del consumidor responsable desde la familia, la escuela y la sociedad. Explica que la educación del consumidor debe ser permanente y fomentar un pensamiento crítico sobre el impacto del consumo en el medio ambiente y la sociedad. También destaca la necesidad de coordinación entre individuos, empresas e instituciones para lograr un cambio hacia patrones de producción y consumo más sostenibles.