Este poema habla sobre una cuenca elevada en un pedestal que parece soñar. Se pregunta si sube orgullosa o baja derrotada como los sueños de un dios celestial. Describe la cuenca como un esfuerzo de piedra viva y una aventura de cielos despeñados. Finalmente, la cuenca es descrita como cristalizada en los amores del autor y un hilado dorado en el aire del lamento.