La lechera sueña con expandir su negocio de leche con los ingresos adicionales, planeando comprar pollos para obtener más huevos, y luego patos, conejos, cabras y otras granjas para producir quesos, jamones y más leche. Sin embargo, se derrama el cántaro de leche y sus sueños se desmoronan, aunque decide seguir soñando.