El documento describe varios problemas ambientales en la provincia de San Martín, Perú, incluyendo la contaminación del agua y aire, residuos sólidos, y contaminación acústica. El botadero de Yacucatina, donde se deposita la basura de gran parte de la provincia, causa malos olores y contaminación, afectando a las personas que viven cerca. No hay un plan para detener la contaminación ni evaluaciones de impacto ambiental. La contaminación está dañando el ecosistema y poniendo en riesgo la salud de la p
1. Agua, en la que observamos los ríos contaminados por basura y desagües de la provincia, alterando muchos
ecosistemas presentes; el aire, afectados por los vehículos motorizados, las empresas que no controlan sus
emisiones de gases, a esto se suman la gran cantidad de metano de la ganadería y el cultivo de arroz; la
contaminación sonora, ocasionada generalmente por el ruido que producen los vehículos.
El último y principal problema son los residuos sólidos, que hoy en día la encontramos en las calles, en los campos,
en los bosques, en los ríos, etc. De este problema el enfoque prioritario es el botadero de Yacucatina porque
es aquí donde viene a parar toda la basura de la mayor parte de la provincia, sin selección ni procesamiento previo.
Siempre escuchamos decir que la basura debe ser seleccionada de manera adecuada, es decir, en orgánica e
inorgánica; sin embargo esto no tiene valor si en los vertederos estos se vuelve a juntar. En una visita de los
integrantes de la Red Interquorum San Martín al botadero de Yacucatina (a 15 kilómetros de la ciudad de
Tarapoto), se pudo percibir un olor nauseabundo muy desagradable, ya en el lugar el olor a materia en
descomposición era más fuerte, la basura estaba regada por todo el lugar, se encontró a personas sin ningún tipo de
protección que vivían ahí y que escarbaban en la basura para obtener objetos de valor comercial como botellas
plásticas, de vidrio, llantas.
Fue una sorpresa ver a decenas de cerdos sucios que se alimentaban de la basura, nos enteramos también de que
en las noches este botadero es el recinto de cientos de marranos que se alimentan de los desperdicios para luego
comercializarlos previosacrificio, y por tanto, consumidos por la población de la ciudad pudiendo ocasionar
enfermedades.
El lugar está ubicado en una pendiente en el distrito de Cabo Alberto Leveau,cuando llueve parte de la basura es
arrastrada hacia la parte baja, afectando directamente a las personas que viven en los alrededores, contaminando
su entorno y posiblemente el agua, ya que el río se encuentra a sólo diez minutos del lugar.
Funcionarios de la Municipalidad Provincial de San Martín comentaron que no existen una evaluación de impacto
ambiental del botadero, que simplemente han comprado el terreno y han empezado a botar la basura; pero que se
ha planificado construir el 2013 uno moderno en otro terreno; es decir aun no hay un plan elaborado para
detener la contaminación, mientras tanto seguimos en lo mismo, destruyendo el ecosistema, contaminando el agua
con bacterias, hongos, nematodos y sustancias tóxicas; contaminando el aire ya que la basura se quema en su
proceso de descomposición; perdiendo su capacidad productiva debido a la acidez que adquiere por la abundancia
de materia orgánica.
Las alternativas de solución son muchas, todas demandan un costo elevado, unas más altas que otras; el arrojar
simplemente la basura resulta barato a corto plazo, pero si continuamos así, en encanto de nuestra región se irá
perdiendo y con ella nuestracalidad de vida se verá afectada; nuestro clima cambiará, como está pasando en estos
momentos: las intensas lluvias, las heladas, las sequias, la muerte masiva de algunas especies como aves en
la costa peruana, son consecuencia de nuestras acciones, el cambio si bien es difícil, no es imposible; y para
salvar nuestro planeta, el único que tenemos, debemos empezar a cambiar nuestros malos hábitos.
No cabe duda que Tarapoto es una de las ciudades más bulliciosas que existen en el país. Ello, fue confirmado por
este diario, cuando ayer, en compañía de estudiantes de la Universidad Nacional de San Martín recorrimos sus
calles y confirmamos que los límites de tolerancia auditiva son superados y con creces.
De acuerdo a la Ordenanza Municipal 003-2006, en zonas residenciales, los límites de decibelios establecidos son
de 60, no obstante, llegan hasta 83 en horas punta, como por ejemplo a las 12 del mediodía.
La medición que realizamos se desarrolló en diversos puntos de la ciudad, como por ejemplo el frontis del local
central del Banco de la Nación, lográndose determinar que a las 8 y 30 de la mañana, hora de menor tránsito (pues
ya todos han llegado hasta sus centros de trabajo), los decibelios alcanzan un pico de 73.
Aun más grave es conocer que en las noches, el límite permitido es de apenas 50, sin embargo, llega a alcanzar
2. entre 68 y 70.
Entre los jirones Jiménez Pimentel y Gregorio Delgado, entre 6 y 8 de la mañana, existen picos de hasta 76 db,
mientras que entre las 5 y 7 de la noche, alcanzan los 79 db.
Entre los jirones Lima y Alfonso Ugarte está el récord: de 11 a 1 de la tarde, la bulla alcanza los 80 db, obteniendo el
mismo pico entre el Jr. Simón Bolívar y las escalinatas de la entrada a Tarapoto y entre Alfonso Ugarte y el jirón
Orellana.
Las consecuencias son evidentes. Al no dormir adecuadamente, una persona suele incrementar su estado de estrés,
lo que ha sido considerado como una enfermedad de este tiempo.
Pero qué es lo más peligroso del bullicio de las calles de Tarapoto. El bullicio actúa como un estímulo estresante que
tensiona el organismo y lo prepara para huir o pelear. Por esto, aumenta la tensión muscular, la presión arterial y la
frecuencia respiratoria.
Cuando esto se produce, uno de los sistemas del organismo que más se afecta es el cardiovascular. Eso explica
que a la larga aparezca hipertensión, aumente el peligro de sufrir un ataque al corazón o un accidente cerebral.
Por ejemplo, un trabajo del doctor suizo Matthias Egger publicado en octubre pasado en la revista Epidemiology,
revela que quienes viven cerca de un aeropuerto o de una autopista, tienen un riesgo 30% mayor de sufrir un infarto
cardíaco. Si hubiese realizado el estudio en Tarapoto ¿a qué conclusiones habría llegado el estudioso?
Las fuentes del bullicio
Las principales fuentes de la bulla en la ciudad de Tarapoto, son sin duda alguna los motocarristas, cuyos
conductores no tienen ningún remilgo en quitarle el silenciador a sus vehículos (claro está, hablamos aquí de los
motocarristas irresponsables), en el entendido que eso incrementará la velocidad a la que pueden desplazarse.
Asimismo, en los recreos turísticos de la ciudad de Tarapoto y distritos aledaños, existe la extendida creencia que
cuanto más bulla realizan (cuanto más extremo es el volumen de la música), más gente los apreciará. Allí se
perjudica no solamente a los que frecuentan a estos locales, sino además a las personas que viven en sus
alrededores.
El caso es escandaloso hasta a 10 cuadras a la redonda de las discotecas del distrito de Morales, pero aun más
escandaloso es que tengamos autoridades que no se interesen por frenar estos problemas, a pesar de estarse
afectando a la salud de los ciudadanos, solo por el temor a dañar las inversiones en sus distritos. Poco nos falta para