La actividad educativa involucró a estudiantes de Nutrición y Dietética y Español y Literatura de la Universidad del Atlántico. El juego de La Golondrina generó espacios de aprendizaje y diversión a pesar de las fuertes brisas, aunque dificultaron el uso del material. Los estudiantes disfrutaron de la actividad cuyo objetivo principal era aprender, no ganar o perder.