La lettera di pedro Sanchez che annuncia una "pausa"
De la minería recorre américa latina
1. ¿Es posible un debate serio sobre la minería?
El debate sobre las implicancias ambientales y sociales de la minería recorre
América Latina. No solo en Perú se utilizan argumentos que no ayudan a que esta
ineludible discusión alcance el nivel de seriedad y de consistencia técnica para que
dejemos los lugares comunes y las asociaciones simplificadas.
Recientemente en el Ecuador el presidente Rafael Correa ha coincidido con el
nuestro en hacer suyo el lema “agua y oro”, defendiendo la minería aurífera y un
gran proyecto cuprífero en la provincia de Morona Santiago.
En su alocución, Correa no ofrece argumentos consistentes. Caricaturiza a los
detractores y establece una relación causal entre minería y eliminación de la
pobreza; relación más polémica que la que sostienen quienes creen que en
ninguna circunstancia la minería colabora a crear bienestar.
La calificación de “inteligentes” que hace Correa a quienes optan por la minería y
la afirmación que países como Japón quisieran tener la riqueza natural que tiene el
Ecuador, difícilmente serán argumento suficiente para convencer a un importante
sector de ese país crítico a la actividad extractiva, particularmente al Pueblo Shuar,
que habita en esa provincia ecuatoriana.
Y es que Ecuador es justamente un país en el que se hacen visibles las
consecuencias que trae ser, prácticamente, país monoexportador de petróleo. La
manera como se utilizó la renta petrolera, en vez de animar su diversificación
económica, lo hizo un país “petróleodependiente”. Peor aún, la forma como se
realizaron los proyectos produjo serios daños ambientales, como es el emblemático
caso en la provincia de Sucumbíos, donde la empresa Chevrón vertió lodos tóxicos
durante cerca de 30 años, motivo por el cual, esta empresa está obligada, hasta el
momento, a pagar 18.000 millones de dólares en daños.
Los defensores de Correa sostienen que existe una nueva legislación que
establece altos estándares ambientales y determina una distribución de los
beneficios favorable para el Ecuador.
Sin embargo, la entronización de la minería como LA opción económica de un país
y la fuente de recursos para los gobiernos futuros, tarde o temprano, puede llevar
a que esta actividad sea permitida a costa de la gente y de la naturaleza.
2. Para que esto no suceda la discusión en nuestros países tendría que ocuparse,
entre otros temas, de responder cómo hacer para que la renta extractiva sirva
para diversificar nuestra economía, así como definir los criterios con los cuales
establecer si una zona es o no apta para la realización de actividades mineras.