El documento describe una interacción extraña entre un peluquero y un cliente en una peluquería. El cliente parece nervioso e intimidado por el peluquero al principio. Luego el peluquero ofrece cortarle el pelo al cliente, y cuando lo hace se revela que le ha cortado la cabeza, cubriendo la silla y el piso con sangre. Sin inmutarse, el peluquero limpia y luego se quita su propia peluca y se la pone al cliente decapitado antes de leer una revista y silbar.