SlideShare una empresa de Scribd logo
1 de 2
Los heraldo negros 
Hay golpes en la vida, tan fuertes... ¡Yo no sé! 
Golpes como del odio de Dios; como si ante ellos, 
la resaca de todo lo sufrido 
se empozara en el alma... ¡Yo no sé! 
Son pocos; pero son... Abren zanjas oscuras 
en el rostro más fiero y en el lomo más fuerte. 
Serán tal vez los potros de bárbaros Atilas; 
o los heraldos negros que nos manda la Muerte. 
Son las caídas hondas de los Cristos del alma 
de alguna fe adorable que el Destino blasfema. 
Esos golpes sangrientos son las crepitaciones 
de algún pan que en la puerta del horno se nos quema. 
Y el hombre... Pobre... ¡pobre! Vuelve los ojos, como 
cuando por sobre el hombro nos llama una palmada; 
vuelve los ojos locos, y todo lo vivido 
se empoza, como charco de culpa, en la mirada. 
Hay golpes en la vida, tan fuertes... ¡Yo no sé! 
Cesar Vallejo 
Conversemos 
1. ¿De qué trata el poema? 
2. ¿Qué debemos de tener en cuenta al recitarlo? 
3 ¿Cual crees que es la postura correcta al recitar un poema? 
Declamación 
Definición. Es el acto de hablar o recitar versos en voz alta, siguiendo pautas 
artísticas. Al declamar, hacemos uso de nuestro aparato fonador. 
Objetivo. 
Conmover al auditorio con la interpretación artística de una composición 
poética. 
Pautas. 
1. Voz. La emisión de voz debe tener la intensidad, el tono y el timbre 
adecuados. Debe estar llena de vida (de ella depende que tu 
declamación con mueva al público) 
2. Dicción. 
- Es la manera de pronunciar estéticamente las palabras. Para 
ello, es necesario una buena articulación. 
- varía el volumen de tu voz, entona teniendo en cuenta el 
contenido de los versos. 
- marca el ritmo, es decir, dirige la pronunciación rápida o 
pausada en los momentos que precisa el poema. 
3. Expresión corporal 
- Domina el escenario, camina y gesticula apropiadamente. No 
exageres. 
- sé natural. Los movimientos de tu cuerpo, los gestos de tu 
rostro y las mímicas deben ir al mismo tiempo, e incluso, deben 
guardar coherencia con el escenario.
Masa 
Al fin de la batalla, 
y muerto el combatiente, vino hacia él un hombre 
y le dijo: «¡No mueras, te amo tanto!» 
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo. 
Se le acercaron dos y repitiéronle: 
«¡No nos dejes! ¡Valor! ¡Vuelve a la vida!» 
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo. 
Acudieron a él veinte, cien, mil, quinientos mil, 
clamando «¡Tanto amor y no poder nada contra la muerte!» 
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo. 
Le rodearon millones de individuos, 
con un ruego común: «¡Quédate hermano!» 
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo. 
Entonces todos los hombres de la tierra 
le rodearon; les vio el cadáver triste, emocionado; 
incorporóse lentamente, 
abrazó al primer hombre; echóse a andar... 
Cesar vallejo

Más contenido relacionado

Similar a Los heraldo negros de Cesar Vallejo

Maneras de Bien Soñar : América
Maneras de Bien Soñar : AméricaManeras de Bien Soñar : América
Maneras de Bien Soñar : AméricaCintia Vanesa Días
 
Cesar vallejo
Cesar vallejoCesar vallejo
Cesar vallejosabyj
 
Cesar vallejo
Cesar vallejoCesar vallejo
Cesar vallejosabyj
 
Cesar vallejo
Cesar vallejoCesar vallejo
Cesar vallejosabyj
 
Heraldos negros
Heraldos negrosHeraldos negros
Heraldos negrosFLBeS
 
Modelo de exposición para Literatura de vanguardia latinoamericana
Modelo de exposición para Literatura de vanguardia latinoamericanaModelo de exposición para Literatura de vanguardia latinoamericana
Modelo de exposición para Literatura de vanguardia latinoamericanaYanira Elizabeth Morán
 
La palabra y la flexion grupo 06
La palabra y la flexion grupo 06La palabra y la flexion grupo 06
La palabra y la flexion grupo 06AriannaTirado2
 
Prometeo sangriento
Prometeo sangrientoPrometeo sangriento
Prometeo sangrientoLuis Bermer
 
Quevedo: "Cerrar podra mis ojos la postrera..."
Quevedo: "Cerrar podra mis ojos la postrera..."Quevedo: "Cerrar podra mis ojos la postrera..."
Quevedo: "Cerrar podra mis ojos la postrera..."veliko
 
Literatura de las vanguardias
Literatura de las vanguardiasLiteratura de las vanguardias
Literatura de las vanguardiasJorge Castillo
 

Similar a Los heraldo negros de Cesar Vallejo (20)

Maneras de Bien Soñar : América
Maneras de Bien Soñar : AméricaManeras de Bien Soñar : América
Maneras de Bien Soñar : América
 
Heraldos y trilce
Heraldos y trilceHeraldos y trilce
Heraldos y trilce
 
La palabra y la flexión
La palabra  y la flexión La palabra  y la flexión
La palabra y la flexión
 
La PoesíA De Blas De Otero
La PoesíA De Blas De OteroLa PoesíA De Blas De Otero
La PoesíA De Blas De Otero
 
Cesar vallejo
Cesar vallejoCesar vallejo
Cesar vallejo
 
Cesar vallejo
Cesar vallejoCesar vallejo
Cesar vallejo
 
Cesar vallejo
Cesar vallejoCesar vallejo
Cesar vallejo
 
Heraldos negros
Heraldos negrosHeraldos negros
Heraldos negros
 
Modelo de exposición para Literatura de vanguardia latinoamericana
Modelo de exposición para Literatura de vanguardia latinoamericanaModelo de exposición para Literatura de vanguardia latinoamericana
Modelo de exposición para Literatura de vanguardia latinoamericana
 
La palabra y la flexion grupo 06
La palabra y la flexion grupo 06La palabra y la flexion grupo 06
La palabra y la flexion grupo 06
 
Dominio lunar
Dominio lunarDominio lunar
Dominio lunar
 
Los heraldos negros
Los heraldos negrosLos heraldos negros
Los heraldos negros
 
Poesias
PoesiasPoesias
Poesias
 
El Barroco
El BarrocoEl Barroco
El Barroco
 
Prometeo sangriento
Prometeo sangrientoPrometeo sangriento
Prometeo sangriento
 
Yo conozco mi herencia
Yo conozco mi herenciaYo conozco mi herencia
Yo conozco mi herencia
 
Quevedo: "Cerrar podra mis ojos la postrera..."
Quevedo: "Cerrar podra mis ojos la postrera..."Quevedo: "Cerrar podra mis ojos la postrera..."
Quevedo: "Cerrar podra mis ojos la postrera..."
 
Número 2 terminado
Número 2 terminadoNúmero 2 terminado
Número 2 terminado
 
Literatura ii
Literatura iiLiteratura ii
Literatura ii
 
Literatura de las vanguardias
Literatura de las vanguardiasLiteratura de las vanguardias
Literatura de las vanguardias
 

Los heraldo negros de Cesar Vallejo

  • 1. Los heraldo negros Hay golpes en la vida, tan fuertes... ¡Yo no sé! Golpes como del odio de Dios; como si ante ellos, la resaca de todo lo sufrido se empozara en el alma... ¡Yo no sé! Son pocos; pero son... Abren zanjas oscuras en el rostro más fiero y en el lomo más fuerte. Serán tal vez los potros de bárbaros Atilas; o los heraldos negros que nos manda la Muerte. Son las caídas hondas de los Cristos del alma de alguna fe adorable que el Destino blasfema. Esos golpes sangrientos son las crepitaciones de algún pan que en la puerta del horno se nos quema. Y el hombre... Pobre... ¡pobre! Vuelve los ojos, como cuando por sobre el hombro nos llama una palmada; vuelve los ojos locos, y todo lo vivido se empoza, como charco de culpa, en la mirada. Hay golpes en la vida, tan fuertes... ¡Yo no sé! Cesar Vallejo Conversemos 1. ¿De qué trata el poema? 2. ¿Qué debemos de tener en cuenta al recitarlo? 3 ¿Cual crees que es la postura correcta al recitar un poema? Declamación Definición. Es el acto de hablar o recitar versos en voz alta, siguiendo pautas artísticas. Al declamar, hacemos uso de nuestro aparato fonador. Objetivo. Conmover al auditorio con la interpretación artística de una composición poética. Pautas. 1. Voz. La emisión de voz debe tener la intensidad, el tono y el timbre adecuados. Debe estar llena de vida (de ella depende que tu declamación con mueva al público) 2. Dicción. - Es la manera de pronunciar estéticamente las palabras. Para ello, es necesario una buena articulación. - varía el volumen de tu voz, entona teniendo en cuenta el contenido de los versos. - marca el ritmo, es decir, dirige la pronunciación rápida o pausada en los momentos que precisa el poema. 3. Expresión corporal - Domina el escenario, camina y gesticula apropiadamente. No exageres. - sé natural. Los movimientos de tu cuerpo, los gestos de tu rostro y las mímicas deben ir al mismo tiempo, e incluso, deben guardar coherencia con el escenario.
  • 2. Masa Al fin de la batalla, y muerto el combatiente, vino hacia él un hombre y le dijo: «¡No mueras, te amo tanto!» Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo. Se le acercaron dos y repitiéronle: «¡No nos dejes! ¡Valor! ¡Vuelve a la vida!» Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo. Acudieron a él veinte, cien, mil, quinientos mil, clamando «¡Tanto amor y no poder nada contra la muerte!» Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo. Le rodearon millones de individuos, con un ruego común: «¡Quédate hermano!» Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo. Entonces todos los hombres de la tierra le rodearon; les vio el cadáver triste, emocionado; incorporóse lentamente, abrazó al primer hombre; echóse a andar... Cesar vallejo