El autor dedica su trabajo a sus padres por su enseñanza y buenas costumbres que le han dado sabiduría. Agradece también a sus profesores por sembrar conocimiento para que otros cosechen. En especial, agradece al profesor Héctor Rubén Alvarez Flores por demostrar su vocación para enseñar y dar la milla extra, lo que ha permitido al autor presentar este trabajo.