Un sistema distribuido se define como una colección de computadoras conectadas en red que el usuario percibe como un solo sistema, donde puede acceder a recursos remotos de la misma manera que los locales. Los sistemas distribuidos usan software para que los computadores trabajen juntos en un objetivo común de forma confiable, permitiendo que un componente reemplace a otro en caso de falla para mantener el sistema funcionando. El tamaño de un sistema distribuido puede variar desde decenas de hosts en una red local hasta miles o millones en Internet.