El documento describe las múltiples funciones del delantal de la abuela más allá de proteger su vestido, incluyendo usarlo para transportar huevos, pollitos y fruta, secar lágrimas de los niños, agitarlo para avisar que la comida estaba lista, y limpiar rápidamente el polvo. Con nostalgia, reconoce que aunque los delantales ya no son tan necesarios hoy en día, siguen recordando el cariño de las abuelas.