El documento describe los delitos informáticos o crímenes cibernéticos, que incluyen crímenes que tienen como objetivo redes de computadoras como la instalación de códigos maliciosos y ataques a servidores, así como crímenes realizados por medio de ordenadores e Internet como el espionaje, fraude y robo. Estos delitos a menudo exceden las fronteras nacionales debido a la naturaleza global de Internet, lo que dificulta su investigación dado las diferentes legislaciones de cada país.