La Guardia Civil desmanteló una red de narcotraficantes que usaba helicópteros para transportar hachís de Marruecos a España, deteniendo a 20 personas. El piloto cumplía condena en prisión pero disfrutaba de permisos los fines de semana que aprovechaba para realizar los vuelos de drogas. En los registros se incautaron 1,5 toneladas de hachís, vehículos, dinero y una plantación de marihuana de 1.000 plantas.