El documento resume los últimos discursos de Job en el libro bíblico de Job, donde Job insiste en su inocencia pero usa palabras llenas de soberbia al describir cómo la gente lo veía y respetaba antes de perderlo todo. El pastor argumenta que Job estaba aferrado a su estatus y reconocimiento anterior, en lugar de enfocarse en cómo lo veía Dios. Aunque Job dice ser inocente, sus palabras muestran orgullo por cómo la gente lo admiraba, lo cual indica que no estaba totalmente libre de pecado como afirmaba.
2. 21»Ante mí, todos
guardaban silencio
y esperaban recibir mis
consejos.
22Mis palabras eran
bien recibidas,
y nadie me
contradecía.
23Mis discursos eran
esperados
como se espera la
lluvia.
24Si les sonreía, no
podían creerlo;
una sonrisa mía les
daba ánimo.
25Si estaban enfermos,
me sentaba a
consolarlos,
y les decía lo que
debían hacer.
¡Me veían como un rey
al frente de su ejército!
3. Seguridad
“Cuando se pone a prueba la seguridad
que tenemos en Dios”
Vienen casi 5 capítulos completos donde
Job termina de desahogarse. Es su último
discurso, y ya casi se acerca lo que
queremos, que es la respuesta de Dios.
Aunque para eso, aun falta otros dos
discursos.
Miremos un poco lo que dice Job.
Después de tantas acusaciones de sus
amigos, Job insiste en su inocencia, y se
justifica, echándole la culpa a Dios, como
en todos sus discursos. Pero en este,
encontramos unas palabras llenas de
soberbia, y que nos dan una respuesta a lo
que esta viviendo Job.
4. Job estaba aferrado a algo, que es necesariamente una cadena a
la cual estaba atado. Podemos llamarlo reconocimiento, lo podemos
llamar orgullo, prepotencia, y todas esas cosas no solo era por sus
pertenencias y sus hijos y todo lo que perdió, sino porque era
alguien importante, al cual todo el mundo respetaba.
El verso 2 del capítulo 29 dice, “extraño esas épocas”. Cuales
épocas extrañamos? Las que somos nosotros quienes dirigimos
nuestras propias vidas, dejando a un lado a Dios y disfrutando de
nuestro cuarto de hora?
Job era inocente según él, pero estaba aferrado a una vida de lujos
y fama que ahora que no la tenía, se le acabó la vida.
Cuando estamos tan acostumbrados a nuestro estilo de vida, Dios
se encarga de desacomodarnos, porque la comodidad es sinónimo
de estancamiento, como también es sinónimo de despreocupación,
lo cual implica que dejamos de buscar a Dios.
5. Y seguramente Job no lo veía mal, ya que se declara inocente en todas las cosas, pero eso que estaba
diciendo en estos versos, es la muestra de que estaba siendo altivo y le gustaba auto-gloriarse.
Los capítulos 30 y 31 solo justifica su inocencia, y entre todas las cosas que dice, me llama la atención.
Para seguir hablando de su orgullo, a pesar de su condición, se queja de que esa misma gente que un día le
admiraba, ahora se burlen de él. Por qué digo que es orgullo? Porque es ese el que nos hace doler cuando
la gente nos menosprecia.
Job parece que no le preocupaba cómo lo veía a Dios, y si habla de cómo lo veía la gente. Ahora le preocupa
que la gente se burla de él, y simplemente se queja de Dios, antes de decir que piensa Dios de él en estos
momentos.
6. Dios no quiere que nos auto-gloriemos, no quiere que extrañemos nuestro estilo de vida… Él
quiere que afrontemos lo que Él nos pone en el camino, sea bueno o malo para nosotros…
Él lo hace porque Él cree que es lo mejor.