El documento describe la celebración ecuatoriana del Día de los Difuntos, que ocurre a finales de octubre o principios de noviembre para honrar la vida de los seres queridos fallecidos. Esta festividad parece ser el resultado de combinar una antigua tradición indígena con la celebración católica de Todos los Santos, al igual que otras celebraciones en países latinoamericanos y europeos durante ese mismo período que están relacionadas con la muerte y vida después de la muerte.