El documento presenta diferentes posturas filosóficas sobre la concepción del trabajo a lo largo de la historia. La postura clásica tradicional ve al trabajo como un mandato divino donde el hombre debe trabajar para alimentarse y servir a Dios. En el siglo XX, Taylor presentó métodos para prevenir accidentes laborales y se ajustaron las habilidades de los trabajadores a las necesidades empresariales. Marx consideraba que las personas deben trabajar con y para la naturaleza.