La explotación sexual infantil es un problema global que daña a los niños física y emocionalmente. Factores como la pobreza, las redes de tráfico infantil y la industria sexual contribuyen a este delito. Tanto los explotadores como los clientes son responsables. Los niños victimas sufren traumas y pierden la confianza en los adultos. Es necesario que las autoridades apliquen las leyes y que la sociedad esté prevenida y denuncie los casos para combatir este abuso.