El documento describe la ejecución de cuatro anarquistas en Chicago el 14 de noviembre de 1887 por su papel en las protestas de los trabajadores. Spies, Fischer, Engel y Pearson fueron ahorcados después de pronunciar discursos defendiendo los derechos de los trabajadores y su oposición al sistema existente. Sus muertes llevaron a que el 1 de mayo sea designado el Día Internacional de los Trabajadores en su memoria.