Colección de artículos [2014]

COLECCIÓN DE ARTÍCULOS
EN 2014
Alfredo Castro Fernández

Colección de Artículos de 2014 Alfredo Castro Fernández
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COLECCIÓN DE ARTÍCULOS EN 2014
Alfredo Castro Fernández
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El canal de los presos
Paseo por terrenos comprendidos entre Dos
Hermanas y Alcalá de Guadaíra, en la provincia de
Sevilla, alcanzando el canal de regadío conocido como
del Bajo Guadalquivir. Un cierto erizamiento de piel y
sonrojo, debido a la emoción y no al frío (hacía calor),
se asentaron en mí, imaginando el esclavo trabajo de
miles de presos políticos republicanos represaliados
en la construcción del mismo, y no hace tantas fechas.
El canal del bajo Guadalquivir conduce agua de
riego desde Peñaflor (provincia de Sevilla) hasta la
marisma de la provincia de Cádiz.
Una impresionante obra de ingeniería de 158
kilómetros de longitud y 4 metros de profundidad,
que llegó a convertir 56.000 hectáreas de tierras de
secano en zonas de regadío y, por tanto, fértilmente
cultivables para goce de la oligarquía latifundista de
unas tierras que toman las provincias de Sevilla y
Cádiz. Obra pública para administración y beneficio
privados, una vez más.
¿Una obra pública fruto de una inversión
económica importante del gobierno insurrecto
franquista en cuanto a contratación de mano de obra?
No en este caso, ni en otros muchos.
Durante la posguerra el gobierno franquista utilizó
a los presos políticos para la construcción de
numerosas obras públicas y no tan públicas: Ahí está

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ese mausoleo privado del franquismo que es el Valle
de los Caídos. Estos trabajos se consideraban parte de
un programa para redención de penas (sic) de dichos
presos por el trabajo, y en realidad fue uso y abuso de
mano de obra esclava, y un método más de la
represión sistemática y premeditadamente instaurada
por el Nuevo Estado Fascista.
El Canal del Bajo Guadalquivir fue realizado entre
1940 y 1962 por unos diez mil presos, políticos en su
mayoría, de todo el Estado. Popularmente se conoce
con el nombre del Canal de los Presos. Sirve para
regar actualmente hasta 80.000 hectáreas de tierra.
Los presos estaban recluidos en varios campos de
concentración, oficialmente denominados Colonias
Penitenciarias Militarizadas (pues se les consideraba
Batallones de Presos Militarizados), como el de La
Corchuela (actual Parque de La Corchuela) y Los
Merinales (que sirvió para alojar, en la década de los
sesenta y setenta, a familias sevillanas cuyas casas
estaban en ruinas tras las graves inundaciones
sufridas en esos años). Ambos estaban en Dos
Hermanas y allí malvivían en en una situación
indescriptible. Si mal vivían los que eran libres,
podemos intentar imaginar cómo sería el horror diario
de los prisioneros, sabiendo como vamos sabiendo lo
que era el día a día en esos campos de concentración
(Historia 16, año XXV, nº 310; febrero 2002).

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Cerca de los campos surgieron poblados de
chabolas, construidas por sus familias que vinieron de
todas la geografía para estar cerca de ellos y que han
originado barriadas como Bellavista y Fuente del Rey,
así como Torreblanca.
Con estas letras, sea mi modesto reconocimiento a
las miles de víctimas de tal represión militar y
fascista.

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Memoria in vivo en un abril republicano
Aún tiene la mente en su sitio, a pesar de su edad.
Tenía 13 años cuando vivía en las "viviendas
colectivas" del barrio de Ciudad Jardín, en Sevilla.
Corría el año 1936.
En julio de aquel año se había producido la
sublevación militar que, en colaboración con las
fuerzas hitlerianas y mussolinianas (si no, jamás),
habría de tomar España y someterla a una de las más
crueles represiones sistemáticas jamás conocida en la
historia (aunque nuestra historia oficial lo mantenga
en penumbras).
Era en los días previos a la toma de Sevilla por las
fuerzas fascistas, en que su padre le había
comentado, según cuenta él, que "si esa gente triunfa,
nos espera una barbarie".
Sigue contando que su padre, tras la caída de
Sevilla, hubo de refugiarse en casa de una tía suya,
porque era "comunista y estaba siempre del lado de
los trabajadores", y constaba ya en la lista de
delatados. Pero pasados pocos días, una madrugada,
volvió a su casa, pues ponía en peligro a esos
familiares que lo ocultaban... ¡Mala suerte!, un vecino
lo vio y lo denunció de inmediato.
Fue esa misma noche que un escuadrón de
falangistas entró en su domicilio, apresaron a su

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padre, delante de él, madre y hermanos pequeños, y
se lo llevaron.
La madre lo buscó, comisarías y penales,
registros... Nada de nada en días posteriores. Un buen
día, un amigo de la familia se lo comunicó: Deja de
buscar, lo han fusilado, en el cementerio.
Sí, es uno de los numerosos cadáveres que
alberga la fosa común del cementerio de Sevilla, y él,
su hijo, un testigo vivo de un episodio más de todo un
genocidio con claros tintes de exterminio ideológico y
de clase social.
Estuvo esta mañana, charlando con algunos
profesores y alumnos nuestros en nuestro instituto de
enseñanza secundaria. También una representante del
foro por la memoria y justicia históricas participó. Nos
leyó copias de algunas cartas de presos, antes de ser
asesinados, a sus familias. Reproduzco aquí algunos
párrafos entresacados de dos cartas (de las que
facilitó copias) de un mismo reo de muerte, el último
parte de una carta redactada justo la noche antes de
su fusilamiento:
"Cuando volví a Andalucía, después de tres años
de guerra, no traía en mi ánimo otra cosa que,
después de un tiempo preso, volver al lado de
vosotras para terminar mi vida a vuestro lado, y
ayudar a esas pobres criaturas a ser mujeres, y a que
tomaran la educación más esmerada posible según

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mis fuerzas... Vosotras no amilanarse, que la historia
nos juzgará a todos y pondrá de manifiesto la honra
de cada uno..."
"No cometí robo ni crimen alguno. El único delito
del que pueden acusarme es haber estado en la zona
republicana defendiendo al Gobierno legalmente
constituido..."
"Te advierto querida [...], que le digas a mis hijas
que los que se enriquecieron con mi sangre y mi
sudor, son mis mayores enemigos y los culpables de
mi muerte..."
"Haz el favor de que si mis hijas, alguna sale con
ideas extremistas, no las coartes, que cada una tenga
la idea que quiera, que es la única libertad que se
puede tener por riqueza. Y ustedes mis queridas hijas:
Honrar el nombre de su padre, que muere por
defender la honra de un pueblo libre..."
"No os apenéis por mi vida, no tiene importancia,
porque entre tantas es una más, y más vale ser viuda
de un idealista a mujer de un cobarde que hipoteca su
dignidad por un pedazo de pan... "
"Así mi querida esposa e hija, la vida no es más
que una, y sin ilusión no vale la pena vivirla. Ustedes
ser buenas y honradas, y no olvidar todo lo que les
digo..."
"Todo esto también para mis padres y hermanos
que como no podía escribirles, porque me encuentro
en capilla y no tengo más papel [...]. Sin más, besos y

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abrazos para toda la familia, y tú y las niñas lo
recibís..."
El turno de preguntas, que se abría a continuación
y se cerró en vacío. Los alumnos, y nosotros, los
profesores presentes, quedamos en silencio,
embargados por la emoción y el mayor de los
respetos. No era para menos.
Honor y gloria a nuestros fallecidos por la
República y la Libertad.

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Sentido de Estado: ¿Estado o Estatismo?
Ayer alguien me hablaba de tener o no tener
sentido de Estado a raíz del manido, y por mucho que
algunos se empeñen, nada nuevo problema de la
situación de Cataluña o Catalunya dentro de España.
Pero no voy a este último punto.
Cuando oigo eso de sentido de Estado, enseguida
pregunto qué se está queriendo decir, pues no es que
sostengamos todos la misma idea de Estado, y así es
necesario establecer esta premisa antes de seguir
cualquier interlocución.
Si se me empieza a hablar de Estados como
naciones "sagradas", o sea, como esencias en sí
mismas indisolubles, especie de unidades monistas
que así nacieron o estaban predestinadas a ser, así
son y así han de ser eternamente, ya me descuelgo,
pues eso para mí no es un Estado. Peor cuando la
identidad de ese estado viene marcada, y a fuego, por
conceptos como patria, rey, destino, religión,
tradición inmutable u otras parecidas.
Para mí un Estado no es una entelequia, ni una
esencia o conjunto de estas, de carácter intemporal,
inmutable y obligadamente determinado a ser con una
formulación que está más allá del acontecer de la
historia o los ciudadanos con sus voluntades libres e
igualmente participantes, y las relaciones que se dan
entre ellos. Yo a eso le llamo Estatismo (de estático),

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me da igual fascista que comunista, nacional-católico
que nacional-islamista, o toda la gama de
nacionalismos ideados (sea castellano, catalán,
andaluz o corso)... Nada con lo que yo identifique el
concepto de Estado.
Entiendo que un Estado es o son sus ciudadanos,
los que en un momento dado son o están, y la
existencia de dicho Estado es una organización
solidaria de tales ciudadanos, aceptada desde la libre
determinación o voluntad de cada sujeto, como
sociedad aplicados al conjunto de derechos y deberes
que hayan definido como bien común, o sea, cosa
pública (de todos y para todos), es decir la res pública
o república dentro de lo que denominamos
Constitución o Fundamento de tal Estado. Que esto es
ser republicano por cierto, desde Aristóteles o
Cicerón, y no la mera ausencia de un monarca, como
también parecía entender ese interlocutor de ayer.
Fuente de imagen: The Economy Journal
Entonces, poseer políticamente sentido de Estado
será, en el caso de cargos electos institucionales,

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aplicarse en esta gran polis (raíz etimológica de
política) o cité que son los Estados modernos, será,
dentro del papel como político que en cada momento
se tenga asumido (ejecutivo, legislativo o judicial),
cuidar y promover el bien común con las herramientas
administrativas que el conjunto social haya
constitucionalmente (y sus leyes derivadas) provisto al
ejercicio de dicha administración, como puede ser,
por ejemplo, la existencia de una hacienda pública
sostenida con la imposición fiscal sobre cada
ciudadano de manera equitativa.
Por supuesto, lo mismo puede aplicarse a
cualquier ciudadano u organización ciudadana (sea
por ejemplo una empresa o un sindicato), en el
sentido de velar, respetar y aportar al sostenimiento y
mejora de lo público o bien común.
Cualquier voluntad o acción que suponga interferir
arbitrariamente, menoscabando dicho bien común,
sea confundiendo interés privado con interés común,
sea aprovechando recursos públicos en provecho de
algo estrictamente propio, sea prevaricando, sea
vulnerando de cualquier otra forma lo que es de
todos, no podrá llamarse entonces poseer sentido del
Estado, por muchos cantos de esencias patrias que se
entonen, o banderas se alcen.
Todo lo que sea una afrenta al bien común, al
desarrollo de los ciudadanos constituidos en sociedad

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solidaria, ha de llamarse traición al Estado, sin
eufemismo alguno. y así debería ser juzgado.
Un Estado, por otra parte, es algo dinámico,
cambiante, sólo dependiente de la voluntad de sus
ciudadanos actuales comprometidos con ello. Por eso,
una Constitución o Fundamento del Estado o El Bien
Común, o Cosa Pública de la ciudadanía, debe ser
sometido necesariamente a revisión, cuando menos
generacional. Ninguna sociedad de hombre libres
tiene por qué asumir, si no lo desea, las
constituciones de sus mayores o sus ya antepasados.
Eso es también, y muy fundamentalmente, una
democracia en su más genuino concepto. En un
Estado ningún ciudadano se debe a ninguna idea
particular de nadie, y el conjunto no tiene por qué
asumir como suyo lo que es herencia de otra
generación, sin aprobar o refutar y sustituir
democráticamente los elementos constituyentes
existentes para generar una nueva Constitución. No
permitir esto, también significa carecer de sentido de
Estado, pues se trata de otra forma de Estatismo
impuesto al conjunto de ciudadanos.
Todo esto y no otra cosa es tener sentido de
Estado a mi juicio. Júzguese ahora por cada uno, si se
está de acuerdo, quién o quién no está teniendo,
institucionalmente hablando (gobierno, cámaras
legislativas, poderes autonómicos, estamento judicial,

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sindicatos, partidos políticos, iglesia...), sentido de
Estado.

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Educación pública en España y derechos
fundamentales del individuo
Tal y como se lee en el Artículo 18 de la
Declaración Universal de Derechos Humanos, "Toda
persona tiene derecho a la libertad de pensamiento,
de conciencia y de religión".
Por su parte el artículo 10 de la Constitución de
1978, garantiza el libre desarrollo de la personalidad
y al respeto los derechos de los demás, tal como se
recoge en su punto 1, a la vez que se adhiere al
derecho de libertad de conciencia de todo individuo
en su punto 2:
Artículo 10 de la Constitución de 1978:
1. La dignidad de la persona, los derechos inviolables
que le son inherentes, el libre desarrollo de la
personalidad, el respeto a la ley y a los derechos de
los demás son fundamento del orden político y de la
paz social.
2. Las normas relativas a los derechos fundamentales
y a las libertades que la Constitución reconoce se
interpretarán de conformidad con la Declaración
Universal de Derechos Humanos y los tratados y
acuerdos internacionales sobre las mismas materias
ratificados por España.

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El artículo 27.2 recoge que "La educación tendrá
por objeto el pleno desarrollo de la personalidad
humana en el respeto a los principios democráticos de
convivencia y a los derechos y libertades
fundamentales."
El Estado español, por su parte, trata de dar un
mayor rango al artículo 27.3 de la Constitución, que
expresa que “los poderes públicos garantizan el
derecho que asiste a los padres para que sus hijos
reciban la formación religiosa y moral que esté de
acuerdo con sus propias convicciones”, frente a otros
principios constitucionales, como los reseñados
anteriormente que garantizan la “libertad de
conciencia” de todas las personas, incluidos los
menores, así como la “educación plena o integral” y la
“no segregación de los menores, por motivos de
conciencia y convicciones, pudiendo conculcar
principios de libertad y convivencia democráticos".
La entrada en vigor de la denominada LOMCE
profundiza aún más esta agresión a tales principios,
menguando seriamente el currículo de materias como
Filosofía o Ética, así como asestando un serio golpe al
laicismo en la educación o instrucción públicas,
haciendo una notable concesión al fomento del
adoctrinamiento escolar en la religión católica.

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Los hijos, como individuos, no son propiedad de
sus padres / tutores. En este sentido, su derecho a
formar en sus convicciones no puede estar por encima
ni vulnerar el derecho del hijo como individuo, o sea,
como un otro distinto, a orientar y poner en sus
manos los instrumentos adecuados para el pleno
desarrollo de su personalidad. Porque la función de
los padres y tutores no es la de representar o
suplantar la libre conciencia y desarrollo autónomo de
su personalidad por un prevalente y, peor aún,
excluyente, adoctrinamiento de sus convicciones
religiosas o ideológicas en general.
Por contra, el Estado español permite que el
conjunto del alumnado sea segregado en el horario
curricular en función de las convicciones de sus
padres y tutores. Violenta así el principio de libertad
de conciencia y educación integral, al que tienen
Derecho Universal (y Constitucional en nuestro caso)
todas las personas independientemente de su edad.

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Y es que, el formar en convicciones religiosas por
unos padres o tutores, nunca puede privar del
derecho de un hijo como individuo libre y autónomo
en desarrollo a ser educado como ciudadano:
- Dentro de la libertad de conciencia que ha de
adquirir y practicar como derecho inalienable y hecho
diferencial de su personalidad.
- En el uso de la razón crítica y la lógica deductiva /
inductiva como forma de crecimiento intelectual
propio e identitario, siendo educado en el más pleno
conocimiento que aporte la evidencia científica
disponible en cada momento.
- En la praxis de la libre investigación que le permita
realizar y conquistar sus propios descubrimientos y
hallazgos, estimulando su experiencia personal.
- En la opción, con conocimiento de causa y por su
propio juicio, por convicciones religiosas o
ideológicas, así como a cambiar cuando lo estime
oportuno dentro de su derecho a su autonomía o
independencia.

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Todo lo anterior es lo que ha de ser garantizado
de manera efectiva para todo sujeto, sea o no menor
de edad, por un sistema educativo público y laico,
claramente deficitario en nuestro país.
No es un derecho de un padre o tutor limitar la
individualidad más plena de un hijo mediante
adoctrinamiento y segregación subjetiva de la
realidad, y sí es un deber que compromete a ellos y al
Estado laico, garantizar que ese y todo hijo crezcan en
y hacia la más plena autonomía y libertad de
conciencia, asegurando el más íntegro conocimiento
de las ideas y realidades del mundo en que vive y ha
de vivir, pudiendo en propio juicio desarrollar sus
propias opciones.

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Libertad y liberalismo económico
...se interpreta la frase de Lenin “¿Libertad? ¿Para qué?” –
que Lenin utilizó en su conversación con Fernando de los
Ríos– como un desprecio de la libertad, producto de un
talante autoritario y unas convicciones despóticas.
Empero, quien conozca debidamente el pensamiento de
Lenin, no puede aceptar tal interpretación.
Para Lenin, la esencia del marxismo estribaba «en el
análisis concreto de las situaciones concretas». Por ello,
rehusaba hablar de libertad con mayúscula y en
abstracto. Lenin trataba siempre de concretar: libertad,
¿para quién? (para qué clase o grupo social) y libertad,
¿para qué? (¿para qué finalidad?: para explotar a los
semejantes o para emanciparlos).
Laso Prieto JM, Revista Argumentos; nº62 (40-41),
sección Pensamiento, año VIII, 1978; Madrid.
Libertad, vocablo que desnudo, sin más, carece de
significado a un efecto social.
Me explico:
Libertad, ¿para quién? y libertad, ¿para qué? Una
cuestión básica.
Ahondando, y como ejemplos:
¿Es libre el desposeído de los derechos básicos:
vivienda, seguridad social, salud sin pago añadido,
educación sin menoscabo por clase social, renta
básica compatible con la existencia material mínima y
digna, con o sin trabajo remunerado?

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¿Libertad sin derecho de autodeterminación
personal y colectiva?
¿Libertad sin igualdad de oportunidades y ante las
leyes?
¿Libertad antes que o sin justicia social?
¿Libertad para que unos puedan dominar a otros?
¿Libertad para todos o para los privilegiados de un
sistema discriminatorio y explotador como el
capitalista?
¿Libertad para la libre y especulativa acumulación
y circulación del capital en propiedad de unos pocos y
el malvivir cotidiano y dependiente de tal
despropósito de tantos?
¿Libertad para que un pueblo, a través de la
voluntad general pueda proceder a considerar bien
común lo que estime que debe serlo y protegerlo sin
ser interferido por los habituales liberales enemigos
del esfuerzo solidario por lo común?
Hay que responder, si no libertad es palabra vacía,
tan ausente de valor concreto que cualquiera puede
usarla mientras la desprecia.

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Ley Gallardón sobre el aborto y Mujer
Como dice Ignacio Escolar, a tenor de la
publicación en su digital eldiario.es, "cuanto más leo
sobre la nueva ley del aborto más me indigna. Es
mucho peor de lo que se esperaba (que ya era malo)".
Y es que, yendo al encabezado de mi publicación,
la mujer, envuelta como protagonista, sujeto y campo
de un peliagudo conflicto vital como es el caso, es
anulada a la hora de la decisión y, como la
sospechosa de un crimen, deberá ser interrogada,
evaluada, expuesta en fin con el desnudo su
intimidad, humillada como individuo.
Porque no es asistir o apoyar, es dar o quitar
razón de conciencia y voluntad con moralizantes y
medicalizados vistos buenos o malos, dejándola a un
lado mientras espera sentencia ajena para un conflicto
que es suyo.
Como médico responsable de un centro de
atención primaria, que no desvelaré, durante tres
años facilité la realización de abortos en condiciones
saludables a diversas mujeres, y nunca observé
capricho, inconsciencia ni indiferencia. En cambio, sí
me preocupé de ser yo sólo herramienta humana
capaz al servicio, no como juez, de situaciones donde
gestar suponía serios conflictos y dramas personales
que no podía ni debía ignorar, por supuesto sin
preconcepciones ni prejuicios morales más allá de dar

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la mejor respuesta posible al conflicto planteado por
su protagonista real.
Lo anterior, siempre, dentro de la más estricta
observación del laicismo y los referentes bioéticos
junto a la decisión en conciencia y voluntad de la
protagonista en primer plano, no exenta en muchas
ocasiones de dudas y sentimientos de culpa que
asolaban su complejo estado, al que atendía y daba
apoyo psicológico desde el más absoluto respeto,
jamás incluyendo juicio de valor alguno, como norma
de mi equipo.
Dicho apoyo, además, se extendía siempre más
allá del acto abortivo o de interrupción de la
gestación, por supuesto, lo que me inclina a pensar
con bastante evidencia que quien hace esta ley
desconoce la psicología que envuelve a este tipo de
situaciones, o le importa un rábano, más bien busca
sólo imponer su juicio moral como ley universal:
Cruel, patético y misógino legislador, entiendo yo.
Yo, a todo este respecto, recomiendo ver la
película "Las normas de la Casa de la Sidra".
Una última reflexión:
Los católicos integristas españoles, Partido
Popular gobernando como cabeza visible, ¿no pueden
dedicarse a vivir según sus creencias sin convertirlas
en leyes para todos? Que nos dejen en paz. Basta de
proselitismo católico a golpe de decreto. No nos

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interesa su concepto de pecado, ni su dios, ni su
cielo.
Somos muchos los que deseamos una sociedad
acorde a lo constitucionalmente pactado: nítidamente
laica.

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De la salud como derecho ciudadano
Después de una primera fase de prácticas con mis
alumnos, vuelvo a constatar que la genética social y
económica causa y mantiene mucha más patología
que la genética biológica, o sea, el estatus
socioeconómico que la constitución biológica. (1)
Sin un sistema sanitario público universal y
económicamente fuerte, la desigualdad
socioeconómica profundizará esta injusticia, lo que
resulta del todo relevante en la España actual. (2)
Sin políticas dirigidas a una real igualdad de
oportunidades y derecho a la educación y salud, y a
garantizar mínimos poderes adquisitivos compatibles
para todos con existencias dignas, sociedad y
ciudadanía son palabras vacías.
Nadie debería verse privado del derecho a la
mejor protección de la salud y la oferta pública
sanitaria no debe ser objeto de lucro, mediante
externalizaciones o privatizaciones, manifiestas o
encubiertas, fomentando la desigualdad en el acceso y
mejores prestaciones de los servicios sanitarios, con
un claro declive en el beneficio social de éstos, pues
'más alto beneficio privado' es directamente
proporcional a 'más bajo beneficio público y
universal'.
Que ocurran estas diferencias no es una
catástrofe natural, es una infamia y un atentado

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promovidos por acción y omisión de unos poderes
públicos volcados en sus intereses privados con la
consecuente elusión de sus obligaciones con la
comunidad a la que dicen representar, gobernando en
la injusticia y aumentando la tremenda brecha entre
privilegiados y desheredados de nuestra sociedad. (3)
Ojalá y surja la necesaria revolución del sistema en
España frente a semejante terrorismo de este Estado
Capitalista sin control y al servicio de ricos y
corruptos, donde una óptima protección de la salud,
tarea encomendada a los poderes públicos por
mandato constitucional, está dejando de ser un
derecho ciudadano garantizado para convertirse, gran
paso atrás, en una justa demanda que volver a
conquistar. (4)
--
(1)
Obsérvese en la tabla como las áreas más pobres de la
ciudad escocesa de Glasgow tienen una esperanza de
vida 28 años menor que las zonas más ricas de esta
ciudad.

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(2)
Tener en consideración el papel de la pobreza y de las
desigualdades sociales en la salud de la población cobra
especial relevancia en nuestro país actualmente.
En 2011, el diario El País ya advertía de que la brecha entre
ricos y pobres se ha disparado en España en los últimos
tiempos, alcanzado el "nivel más alto" desde 1995, año de
inicio de la serie estadística europea.
Y, más recientemente, hemos sabido, gracias a un informe de
Eurostat, que España se ha convertido en la nación con mayor
desigualdad social de las 27 que conforman la Unión Europea.
Desde hace cinco años, señalaba Eurostat a finales de 2012,
la brecha entre los hogares que más ingresan y los que
menos no ha parado de crecer y la pobreza sigue en aumento,
amenazando a la cohesión social.
En este contexto, los recortes a los servicios sociales de
carácter universal –entre los que se cuentan los servicios
sanitarios públicos- tienen un efecto trágico para la
población.
Yaiza Martínez, Revista Tendencias 21,
año 2013.
(3)
OMS:
«La distribución desigual de los factores que perjudican la
salud no es un fenómeno natural».
«Es necesario luchar contra las desigualdades en la
distribución del poder, el dinero y los recursos, es decir, los
factores estructurales de los cuales dependen las condiciones
de la vida cotidiana a nivel mundial, nacional y local».

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La OMS recomienda la creación «de una amplia protección
social universal» que funcione preferentemente «por
distribución», así como importantes inversiones en el sector
de la salud. Esta tarea «requiere un sector público poderoso,
decidido, capacitado y suficientemente financiado».
«Como los mercados no pueden proporcionar los bienes y
servicios imprescindibles de manera justa, la financiación por
el Estado exige que el sector público asegure un marco sólido
y un gasto público suficiente».
«La salud no es un bien negociable».
Informe Cerrar la brecha en una generación (Comisión de los
determinantes sociales de la salud. OMS. Agosto, 2008).
(4)
En el artículo 43 de la Constitución española de 1978 se
puede leer:
1. Se reconoce el derecho a la protección de la salud.
2. Compete a los poderes públicos organizar y tutelar la salud
pública a través de medidas preventivas y de las prestaciones
y servicios necesarios. La ley establecerá los derechos y
deberes de todos al respecto.

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3. Los poderes públicos fomentarán la educación sanitaria, la
educación física y el deporte. Asimismo facilitarán la
adecuada utilización del ocio.

30
Sobre las crisis de pareja
Las visiones morales rígidas y unívocas, como la
católica (visión religiosa que bien conozco, no así
otras), la sitúan dentro de la categoría de
excepcionalidad, así como ponen a revolotear de
inmediato y como una manera de arbitrar a favor de
su visión el fantasma de la culpa. Pero nada tan lejos
de lo excepcional y culpabilizante como la
presentación de una crisis de pareja.
En efecto, una relación de pareja (y cuanto más
larga con más razón) conlleva en sí la posibilidad de
la crisis. No es difícil de entender. Dos personas que
son dos mundos, dos individualidades (nada de
medias naranjas sino enteras) con su historia física y
psíquica, convienen, sobre la base de un sentimiento
y un encuentro positivo para ambos, compartir sus
vidas conviviendo y generando a partir de ahí una
rutina de dos, lo cual exige una adaptación por ambas
partes, con altas dosis de generosidad y respeto,
dentro de una atmósfera de empatía que puede
permitir al encuentro sentimental adoptar la situación
de relación estable en el tiempo. Estas premisas de
constitución de una relación de pareja, me permiten
hacer ciertas reflexiones que estimo necesarias para
recalcar elementos inextricables tanto al ser de la
pareja, como a la posibilidad de la circunstancia de
una crisis, objeto de este escrito.

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Si has crecido y has sido educado, como yo y la
mayoría de mis conciudadanos coetáneos, en una
sociedad y una familia marcadas por la moral católica,
te han grabado, a veces con una reiteración alevosa,
aquello de que el matrimonio es una relación donde
estable significa para siempre (hasta que la muerte os
separe) y debe resistir en cualquier estado: salud o
enfermedad, riqueza o pobreza, lo bueno o lo malo.
Es innegable que tan inflexible visión elude toda
individualidad y colectiviza el porvenir de cualquier
relación de pareja. ¿Un individuo es para siempre el
mismo individuo que comenzó una relación y la vive
en situación estable? Riqueza o pobreza, salud o
enfermedad, bueno o malo, ya en sí mismo califican
binomios con polos contrarios, lo cual
inmediatamente supone la más que probable

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aparición de cambios de peso en el devenir de una
relación por más estabilizada que esté en su
convivencia. La cuestión es: ¿Cualquier cambio debe
ser asumido en pro del mantenimiento de la relación?
¿No puede ocurrir que ante algún cambio
sobrevenido, uno de los individuos de la pareja
reaccione al punto de ubicarse en un estado de
desencuentro o desadaptación dentro del dúo? ¿Se
trata de un deber o de un querer y poder? Estimo que
la base del comienzo fue el querer y el poder
acometer la convivencia, pero no hay futuro
predecible por más deseable o trabajado esté como
pre y provisión, y ante algún cambio vital (sea en la
evolución personal de alguno de los dos, sea debido a
algún accidente influyente en el discurrir de la
relación) puede surgir el conflicto, lo viva uno solo
inicialmente o los dos, porque al final será conflicto
de pareja, luego situación de crisis.

33
Bueno, sean cambios en la propia persona dentro
de su crecimiento individual, de la mayor o menor
tolerancia a los avatares personales o del otro,
capacidad de comprensión y reacción ante ellos,
disposición o no a superar el desafío que está
planteado, entiendo que finalmente la resolución a
adoptar (convengan o no en ella los dos, uno basta),
ha de basarse de nuevo en el querer y poder (sí o no)
y no en la consigna del deber que excluye la
individualidad volitiva.
Comprensible, tal como empecé desarrollando
este tema, pero también por el dolor y frustración
siempre inherentes a la aceptación del conflicto y
apertura a él, que surjan emociones ligadas a una idea
de culpa, inconsciente o manifiesta, y también a esa
frustración si mal tolerada, tales como angustia,
depresión, inhibición o incluso manía. Sí, manía,
porque tan resultado de intolerancia al dolor y su
asociada culpa, también a la no tolerada frustración,
es la inhibición y su compañera, la pronta negación o
relativización como respuesta, como lo puede ser el
desarrollo de un estado disfórico, donde la rápida
resolución pasa por precipitar una separación
asumiendo con prontitud el ya no te quiero o
tomando, por ejemplo, una aventura sentimental
distinta vivida en tal estado como el deseo evidente o
prueba de realidad de querer ya iniciar una nueva
andadura relacional.

34
Por todo lo anterior, ese conflicto pienso que no
debe ser manejado con precipitación o fijo en la
inmediatez de un resultado, sabiendo que así lo van a
dictar (y atentos hay que estar) resultantes
emocionales como la negación (inhibición), depresión
anímica o ansiedad (expresiones de angustia),
autodenigración (muchas veces proyectada en el juicio
negativo de otros: amigos, hijos…), o su reverso, la
mencionada manía. Es mejor una opción sensata,
residente en la inteligencia y el dejar estar aunque se
manifiesten las emociones consecuencia de la culpa y
la intolerancia a la frustración. Y no es fácil, en
absoluto. Pero la demora, el dejar sedimentar el
conflicto abierto, sin acudir a cualquier ocurrencia en
la creencia de una solución pronta y segura,
mejorarán la aceptación y tolerancia a cualquier
decisión final, sea el mantener o dejar la relación.
Mejor dicho, abandonar la relación, término que suele
causar estragos anímicos, pero que no deja de ser el

35
ajuste nominal a la realidad en toda su consecuencia:
irremediable el hundimiento, se abandona el barco.
¿Consideraciones aplicables a un planteamiento
inteligente del conflicto entonces?
Pienso en los siguientes:
- Ignorar morales ajenas.
- Aceptar el dolor, la idea de culpa y una vivencia
de frustración como signos de que nada de lo vivido
hasta hoy fue una mentira, sino algo querido y
trabajado, y en consecuencia con ello es que se está
viviendo un fracaso, y no cualquiera. Y no hay fracaso
sin rabia, rabia sin dolor, dolor sin culpa y, por
supuesto, sin frustración. Démosle tolerancia,
comprendiendo que no pueden dejar de aparecer, en
mayor o menor grado. Pero siendo emociones o ideas
ligadas a lo emocional, no pueden ser decisivas o
definitorias de qué hacer.
- Acudir a la introspección, fundamental
herramienta, y mejor en un ámbito psicoterapéutico.
No se está loco ni se es minusválido por acudir a la

36
psicoterapia como apoyo. El yo puedo solo es signo
de estupidez en estos casos.
- Diálogo, mucho diálogo con el otro de la pareja.
No evitar ocasión y no restar sinceridad, autenticidad,
en lo que tenga que ver con el porvenir de la relación.
- No asimilar crisis a catástrofe o fracaso
irreparable en la vida, sino a su etimológico
significado: Cambio. Fracaso al servicio del cambio,
podríamos decir, y cambio que es reparación
haciendo posible continuar juntos pero de otra
manera, o bien plantear en otra clave la propia vida, la
de cada uno ya por separado.
- Ser consciente de que cambio implica siempre
que hay cosas que no pueden seguir igual. Si el
resultado es que sinceramente no quiero o no puedo,
el cambio pasa por la separación, lo decida uno o lo
convengan los dos. Si, al contrario, la resolución está
en seguir, se deberán haber arbitrado qué
modificaciones debemos implementar y cómo, pues
seguir por seguir no será más que otra forma de
fracaso o el mismo pero sin reparar, por más que
quiénes te rodeen (os rodeen) canten éxito, desde su
particular y ajena opinión.

37
Un país por ilustrar
Tenemos nuevo rey, tras la abdicación de Juan
Carlos I (designado por el dictador Franco) en su hijo,
aprobada hoy por las Cortes Españolas. Se podía
haber consultado a la ciudadanía si deseaba, tras casi
40 años de un régimen monárquico de transición,
mantener tal estado de cosas según esa Constitución
maniatada de 1978.
Constitución que recoge en su texto precisamente
la opción de consulta ciudadana en decisiones de
especial trascendencia. Así, se lee en el artículo 92.1:
Las decisiones políticas de especial trascendencia
podrán ser sometidas a referéndum consultivo de
todos los ciudadanos.
País que aún tiene pendiente la verdadera
transición o cambio: la Ilustración que dé fin al
Antiguo Régimen y paso a la Sociedad Moderna.

38
Y así, además, lo ha pedido un importante sector
de la población, con gentes de toda índole (edad,
clase social, profesión, ideología...). Pero no. Se
perpetró la abdicación, como se veía venir.
Pues no. De nuevo una vez más de esas en que
lamento haber nacido en este país, España,
sociológicamente aún tan franquista, sea por acción o
por omisión.
Que olvide coronas y sacristías, oligarquías y
plutocracias, para fundarse en el civismo y la
democracia radical.
Ojalá mis hijos puedan vivir ese Siglo de las Luces
que transforme esta secular inercia social patética y
oscura.

39
Sobre el denominado conflicto árabe-israelí
en Palestina
No es mi intención hablar aquí de buenos y malos
de forma taxativa, que los hay o habrá entre israelíes
y palestinos. Ni de quién es agresor o agredido,
atacante y defensor, provocador o provocado según
qué acto concreto de tantos ocurridos en tantos años
de conflicto.
Pretendo hacerme y trasladar una idea y opinión
global sobre este inveterado ya llamado conflicto
árabe - israelí. Y creo que la mejor manera de hacerlo
es buscar datos objetivos, dentro de que no soy un
docto en la materia, pero para ello están los textos y
revistas de política e historia a los que he acudido.
Desde ahí sí he podido adquirir una posición que
expongo a continuación:
Entiendo que la lucha palestina deviene por una
situación de ocupación no aceptada desde el principio
y, más adelante como explicaré, injusta por ajena al
Derecho Internacional consensuado en Naciones
Unidas y progresivamente aniquiladora de todo un
pueblo habitante de la región como autóctono, cuya
constitución y desarrollo comienza a finales del siglo
VII :

40
"Palestina se convirtió en un país predominantemente
árabe e islámico hacia fines del siglo siete. Casi
inmediatamente después, sus fronteras y sus
características - incluyendo su nombre en árabe,
Filastin - fueron conocidas por todo el mundo islámico,
tanto por su fertilidad y belleza, como por su
importancia religiosa... Palestina se convirtió en 1516
en una provincia del Imperio Otomano, pero esto no la
hizo menos fértil, ni menos árabe o islámica... El
sesenta por ciento de la población estaba ocupada en
la agricultura, el resto estaba dividido entre habitantes
de las ciudades y un grupo nómada relativamente
pequeño. Todos se consideraban pertenecientes a un
país llamado Palestina, más allá de sus sentimientos de
que también eran miembros de una gran nación
árabe... A pesar de la llegada continua a Palestina de
colonos judíos después de 1882, es importante
comprender que hasta unas pocas semanas antes del
establecimiento de Israel, en la primavera de 1948,
nunca hubo otra cosa que una inmensa mayoría árabe.
Por ejemplo, la población judía en 1931 era de 174.606
de un total de 1.033.314."
Edward Said, La Cuestión Palestina.
Pensando en los palestinos y su no aceptación de
esa partición, imagino que la Liga Árabe demandara
una 'justa' presencia como un Estado Independiente
de un Al-Andalus en España, dentro de Andalucía, en
base a su estancia en Andalucía Oriental cuando
menos durante ocho siglos (VII - XV), y que la ONU
resolviera cederles Granada, Almería y Málaga, por

41
ejemplo. ¿Sería normalmente aceptado por el Estado
Español?
En el caso israelí, en cambio, su estatus en la
región ya de entrada posee un origen bastante
espurio –un robo de territorio pertrechado por una
Internacional Sionista y el Imperio Británico en su
momento-, que el sionismo israelí ha convertido
desde primera hora en un estado mantenido de
invasión, anexión de mayor territorio y expulsión
continuada de palestinos a campos de refugiados o al
control ilegítimo y esclavo del resto, en su cada vez
menor extensión donde en condiciones de
subyugación sobrevivir a un objetivo hegemónico
israelí cuya justificación deja mucho que desear:
“La reivindicación inicial, presentada a menudo por
los representantes sionistas, de que tienen un
'derecho' a Palestina basado en su ocupación de hace
dos mil años, apenas puede ser considerada
seriamente” (Del informe de la Comisión
Estadounidense King-Crane sobre Palestina en 1919).
Profundizo en ello con nuevos datos.
En 1948 se declara la partición de la Palestina
árabe entre judíos y árabes, según el plan aprobado
en la ONU -Resolución 181 de 1947-, atendiendo a la
Declaración Británica Balfour de 1917, que es una
concesión en la I Guerra Mundial a la Organización
Sionista Mundial en su aspiración a un "hogar nacional

42
judío", una vez que la dominación otomana en
Palestina había sido vencida, pasando a mando
británico tras finalizar dicha contienda. Toda vez que
Gran Bretaña, hasta entonces potencia mandataria en
la zona (1919-1948), se retira, es cuando queda el
asunto en manos de la ONU y ésta se hace cargo.
La Declaración Balfour:
Foreign Office,
2 de noviembre de 1917.
Estimado Lord Rothschild:
Tengo el placer de dirigirle, en nombre del Gobierno
de Su Majestad, la siguiente declaración de simpatía
hacia las aspiraciones de los judíos sionistas, que ha
sido sometida al Gabinete y aprobada por él.
«El Gobierno de Su Majestad contempla
favorablemente el establecimiento en Palestina de un
hogar nacional para el pueblo judío y hará uso de sus
mejores esfuerzos para facilitar la realización de este
objetivo, quedando bien entendido que no se hará
nada que pueda perjudicar los derechos civiles y
religiosos de las comunidades no judías existentes en
Palestina ni los derechos y el estatuto político de que
gocen los judíos en cualquier otro país.»
Le quedaré agradecido si pudiera poner esta
declaración en conocimiento de la Federación
Sionista.

43
Sinceramente suyo,
Arthur James Balfour.
(Tomado de clasesdehistoria.com)
Resolución ONU número 181 del año 1947:
El 29 de noviembre de 1947, tras múltiples disputas
diplomáticas, la Asamblea General de las Naciones
Unidas aprobó el Plan de Partición de Palestina en dos
Estados, uno árabe y otro judío, ni compactos ni
homogéneos, divididos en tres respectivas porciones
apenas unidas.
El proyecto atribuyó a los árabes el 46% del territorio
(11.500 km²) y a los judíos el 54% (14.100 km², de
los cuales 11.750 km² correspondían al desierto del
Néguev). Jerusalén y su área circundante, incluida
Belén, conformarían un corpus separatum de 700 km²
bajo la administración del Consejo de Administración
Fiduciaria de las Naciones Unidas. Además, este plan
preveía la retirada del ejército británico del Mandato
antes de agosto de 1948 y la fijación de las fronteras
entre los dos Estados y en la propia Jerusalén.
Aquí: Texto Completo de la Resolución 181 (II). Plan
de partición relativo al futuro gobierno de Palestina.
La cuestión es que inmediatamente comienza la
ocupación militar por parte de los israelíes desde la
declaración, ajena a la resolución de la ONU, del

44
primer ministro israelí Ben Gurión del Estado
Independiente de Israel en 1948.
Su primer presidente, Jaim Weizmann (1949-1951),
había declarado expresamente: “Nuestra intención es
establecer una sociedad para que Palestina sea tan
judía como Inglaterra es inglesa o América es
americana”
Leído en wikipedia.org
Tras las más llamativas ocupaciones militares
israelíes de 1949 y 1967 (Guerra de los Seis Días), la
mengua territorial palestina es más que evidente,
pasando a ser unos "territorios ocupados" por Israel
en Cisjordania y la franja costera de Gaza. Dichos
territorios, supuestamente autónomos, sufren hasta
hoy un bloqueo y hostigamiento que los sitúa en
palabras del primer ministro Cameron -Diario Hoy
Digital, 28/07/2010- como "campo de prisioneros"
(en referencia a la franja de Gaza). Sirva como dato el
hecho de que la energía eléctrica o el agua potable
son un bien muy escaso que depende de la voluntad
israelí en su ilegal bloqueo.
No es sólo la ocupación militar del territorio, sino
que a ello se suma la progresiva colonización con
población judía de los territorios incautados, así como
esa decisión unilateral israelí de levantar un muro
entre el resto palestino y ellos aduciendo legítima
defensa, pero que en realidad está logrando

45
anexionar más territorio partiendo incluso,
deliberadamente, casas o pueblos enteros de familias
palestinas.
Podemos ver estas dos secuencias de la evolución
de los territorios palestinos para hacernos una idea:

46
Y nada de lo anterior se corresponde con objetivos
que no sean intencionados y fueran previsibles:
Respecto a la posición sionista es muy revelador lo
que sigue:
En 1919, la Comisión King-Crane estadounidense,
como parte del Alto Comisionado Interaliado, pasó
seis semanas en Siria y Palestina, entrevistando a
delegaciones y leyendo peticiones. Su informe indicó
lo siguiente:
"Al comenzar su estudio del sionismo, los
comisionados estaban predispuestos a su favor...
Durante las conferencias de la Comisión con
representantes judíos apareció repetidamente el
hecho de que los sionistas deseaban un
desposeimiento casi total de los actuales habitantes
no-judíos de Palestina, mediante diversas formas de
compras...
"Si ha de tener vigencia el principio de
autodeterminación, y de esa manera los deseos de la
población palestina jueguen un papel respecto a lo
que hay que hacer con Palestina, hay que recordar
que la población no-judía de Palestina - casi nueve
décimos del total - está enfáticamente en contra de
todo el programa sionista. Someter a un pueblo con
esa opinión a una inmigración judía ilimitada, sería
una burda violación del principio citado... Ni un solo
oficial británico consultado por los comisionados
pensaba que el programa sionista pudiera realizarse
sin recurrir a la fuerza de las armas. La opinión
generalizada de los oficiales era que se requeriría una
fuerza de por lo menos cincuenta mil soldados, sólo

47
para iniciar el programa. Esa opinión por si sola
evidencia un fuerte sentimiento sobre la injusticia del
programa sionista... La reivindicación inicial,
presentada a menudo por los representantes
sionistas, de que tienen un 'derecho' a Palestina
basado en su ocupación de hace dos mil años,
apenas puede ser considerada seriamente."
Citado en ‘The Israel-Arab Reader’ ed. Laquer and Rbin.
Así las cosas, la ONU sigue manteniendo como
imperativo válido su resolución 242 de 1967, en la
que exige “la retirada del ejército israelí de territorios
ocupados durante el reciente conflicto” y el “respeto y
reconocimiento de la soberanía y la integridad
territorial y la independencia política de cada Estado
de la región, y su derecho a vivir en paz en el interior
de fronteras reconocidas y seguras, al abrigo de
amenazas y actos de fuerza”.

48
Una modesta proposición: Una sátira para el hoy
Para prevenir que los niños de los pobres de Irlanda sean
una carga para sus padres o el país, y para hacerlos útiles
al público.
(Jonathan Swift, 1729)
Con esta presentación y aprovechando su mismo
título, recojo una sátira de J. Swift que bien puede
aplicarse en ese mismo sentido literario a mi tiempo y
mi país, España, en el que la pobreza infantil anda por
el 26 - 27% de tal población y, en el caso de sus
padres, el desempleo es cosa común.
Todo lo cual supone, pensadlo un momento, una
pesada carga al erario público que en estos tiempos
se hace difícil de atender, cuánto más en una
sociedad que tanto abomina o, cuando menos,
sospecha de todo lo que conlleve calificativos como
son público, común, redistributivo o impositivo, de
cuya justa consideración no osaría yo dudar, sea que
se me confunda con un rojo, un antisistema o, decirlo
me sofoca, un proetarra en esta sin par conservadora,
mansa y caudillista tierra.
Cómo además pretender que nuestro magnánimo
gobierno prosiga con sus amnistías fiscales a tanto
hacendado evasor que sólo pretende criar lo que ha
decidido que es fortuna propia sin paliativo alguno,
así como también calme las ansias voraces de moneda
ajena de tanto usurero, también conocido por

49
banquero, si ha de atender tanta masa desfavorecida
y tendente a famélica sólo porque el caprichoso
destino así lo ha dispuesto. Pues ni siquiera ha
merecido el más mínimo desvelo de nuestra Madre
Amadísima del Cielo, Oh María Santísima, a quien
tanto ministro meapilas, perdón, piadoso, ha apelado
en sus muy diversas advocaciones: rociera,
inmaculada, etc.
¿Habrá acaso de menguar esa casta política,
sindical, empresarial, eclesiástica y real, que tanto
afán y astucia ha puesto en ofrecernos este bello
espectáculo del español decente? No me discutan el
elogio, que a los datos me remito: ¿no es tu voto, oh
mayoría normal y silenciosa, adoradora de la marca
España, devota del bipartidismo, quien cada cuatro
años da conformidad a este estado de cosas? Y no lo
crítico, por Dios. Cómo no venerar esa bendita idea de
continuismo y estabilidad que nos asegura la
misericordia de los mercaderes con nuestra inmensa,
y en gran parte privada (léase, sin tacha
autorregulada) en origen, deuda pública que, no ha de
ser de otra manera, sólo incordie y menoscabe al
populacho asalariado.
Leed entonces, con espíritu tan manso, estos
párrafos que entresaco de la proposición de ese
genio, ese hijo de la Gran Bretaña, escritor y padre de
Gulliver, un tiempo secretario político en la
administración de la corona inglesa y más tarde

50
decano de la catedral de St. Patrick en Dublín, que fue
Jonathan Swift (1667 - 1745) y notad cuánta razón
práctica hay en ellos:
Creo que todos los partidos están de acuerdo en que este
número prodigioso de niños en los brazos, sobre las espaldas
o a los talones de sus madres, y frecuentemente de sus
padres, resulta en el deplorable estado actual del Reino un
perjuicio adicional muy grande; y por lo tanto, quienquiera
que encontrase un método razonable, económico y fácil para
hacer de ellos miembros cabales y útiles del estado,
merecería tanto agradecimiento del público como para tener
instalada su estatua como protector de la Nación.
Pero mi intención está muy lejos de limitarse a proveer
solamente por los niños de los mendigos declarados: es de
alcance mucho mayor y tendrá en cuenta el número total de
infantes de cierta edad nacidos de padres que de hecho son
tan poco capaces de mantenerlos como los que solicitan
nuestra caridad en las calles.
Es cierto que un niño recién nacido puede ser mantenido
durante un año solar por la leche materna y poco alimento
más; a lo sumo por un valor no mayor de dos chelines o su
equivalente en mendrugos, que la madre puede conseguir

51
ciertamente mediante su legítima ocupación de mendigar. Y
es exactamente al año de edad que yo propongo que nos
ocupemos de ellos de manera tal que en lugar de constituir
una carga para sus padres o la parroquia, o de carecer de
comida y vestido por el resto de sus vidas, contribuirán por el
contrario a la alimentación, y en parte a la vestimenta, de
muchos miles. Hay además otra gran ventaja en mi plan, que
evitará esos abortos voluntarios.
... miles de hijos de padres pobres nacidos anualmente: la
cuestión es entonces, cómo se educará y sostendrá a esta
cantidad, lo cual, como ya he dicho, es completamente
imposible, en el actual estado de cosas, mediante los
métodos hasta ahora propuestos. Porque no podemos
emplearlos ni en la artesanía ni en la agricultura; ni
construimos casas (quiero decir en el campo) ni cultivamos la
tierra: raramente pueden ganarse la vida mediante el robo
antes de los seis años.
Propondré ahora por lo tanto humildemente mis propias
reflexiones, que espero no se prestarán a la menor objeción.
Me ha asegurado un americano muy entendido que
conozco en Londres, que un tierno niño sano y bien criado
constituye al año de edad el alimento más delicioso, nutritivo
y saludable, ya sea estofado, asado, al horno o hervido; y no
dudo que servirá igualmente en un fricasé o un ragout.
Todo el año habrá carne de infante, pero más
abundantemente en marzo, y un poco antes o después: pues

52
nos informa un grave autor, eminente médico francés, que
siendo el pescado una dieta prolífica, en los países católicos
romanos nacen muchos más niños aproximadamente nueve
meses después de Cuaresma que en cualquier otra estación.
Quienes sean más ahorrativos (como debo confesar que
requieren los tiempos) pueden desollar el cuerpo; con la piel,
artificiosamente preparada, se podrán hacer admirables
guantes para damas y botas de verano para caballeros
elegantes.
Algunas personas de espíritu agorero están muy
preocupadas por la gran cantidad de pobres que están viejos,
enfermos o inválidos, y me han pedido que dedique mi
talento a encontrar el medio de desembarazar a la nación de
un estorbo tan gravoso. Pero este asunto no me aflige en
absoluto, porque es muy sabido que esa gente se está
muriendo y pudriendo cada día por el frío y el hambre, la
inmundicia y los piojos, tan rápidamente como se puede
razonablemente esperar.
Pero en lo que a mí concierne, habiéndome fatigado
durante muchos años ofreciendo ideas vanas, ociosas y
visionarias, y al final completamente sin esperanza de éxito,
di afortunadamente con este proyecto, que por ser totalmente
novedoso tiene algo de sólido y real, trae además poco gasto
y pocos problemas, está completamente a nuestro alcance, y
no nos pone en peligro de desagradar a Inglaterra.

53
Después de todo, no me siento tan violentamente ligado
a mi propia opinión como para rechazar cualquier plan
propuesto por hombres sabios que fuera hallado igualmente
inocente, barato, cómodo y eficaz.
Declaro, con toda la sinceridad de mi corazón, que no
tengo el menor interés personal en esforzarme por promover
esta obra necesaria, y que no me impulsa otro motivo que el
bien público de mi patria, desarrollando nuestro comercio,
cuidando de los niños, aliviando al pobre y dando algún
placer al rico.
Jonathan Swift. Una modesta proposición. Dublín, Irlanda;
1729

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