El documento presenta una serie de peticiones a Dios y sus respuestas negativas. Dios explica que la responsabilidad de superar los malos hábitos, aprender paciencia a través de la tribulación, y alcanzar el crecimiento espiritual recae en el individuo, no en Dios. Finalmente, cuando se le pide ayuda para amar a otros, Dios está de acuerdo y reconoce que la persona ahora entiende su mensaje.