Cada equipo de computo conectado a una red requiere una dirección IP única formada por cuatro números separados por puntos entre 0 y 255. La máscara de red identifica el segmento de red al que pertenece el equipo y está formada por cuatro octetos con valores binarios que determinan qué parte de la dirección IP se usa para la red y qué parte para la interfaz de red.