Una pareja fue al hospital para tener un hijo y aceptó probar una nueva máquina que dividiría los dolores de parto entre el padre y la madre. Inicialmente se transfirió solo un 10% del dolor a él, y luego se aumentó gradualmente a 20% y 50% sin problemas. Finalmente se transfirió el 100% del dolor a él para que ella tuviera un parto sin dolor, y al regresar a casa encontraron a su vecino muerto en el jardín.