Este documento narra una escena en la que la familia real española juega a las adivinanzas después de cenar, siguiendo una tradición. Doña Sofía le da a Letizia, la novia de Felipe, varias oportunidades de adivinar dichos acertijos, pero Letizia responde de manera incorrecta y vulgar en cada ocasión, para vergüenza de Felipe y Doña Sofía.