El primer cuento trata sobre un árbol mágico donde dentro de una puerta encontraron juguetes y chocolates. El segundo cuento es sobre un árbol de piedra cuyas hojas eran de cemento, cuando un niño se cayó cerca y se limpió con el cemento, el árbol se mojó y sus hojas se convirtieron en piedra destruyéndolo. Ambos cuentos fueron escritos por Daniel Villanueva.