En este libro, Fromm analiza el amor como un arte que requiere tanto teoría como práctica. Explora las diferentes formas de amor, y postula que el amor es la respuesta al problema de la existencia humana porque disuelve la separación entre las personas sin perder la individualidad. También examina cómo el amor se ha desintegrado en la sociedad contemporánea y los elementos necesarios para un amor maduro.