FESTIVAL DE TURISMO Y BIENESTAR - IMPERDIBLE24 - CALACEITE 16 DE JUNIO.pdf
el arte de besar.pptx
1.
2. E L A R T E D E
B E S A R
EL ARTE DE BESAR
•
• Se está a lo que se está, es decir, que necesitas centrarte en lo que estás
haciendo. Piensa solamente en el beso que vas a dar.
• Empieza suavemente con los labios cerrados o un poco entreabiertos. No
comiences con los labios húmedos, la boca abierta y utilizando la lengua.
• Relaja los labios, pero no hasta el extremo de dejarlos flácidos.
• Tómate todo el tiempo del mundo pero sé consciente de que los besos
tienen también una duración lógica y no conviene prolongarlos más de lo
necesario. Hay que saber terminar en el momento justo.
• Utiliza tus manos como complemento para incrementar lentamente la
temperatura del momento. Roza con suavidad la espalda, los brazos o los
hombros de tu pareja. No te aventures en zonas eróticas a no ser que
quieras acabar convirtiendo el beso en una experiencia sexual.
• Ponle interés y voluntad: como si fuera la primera vez que lo haces o la
primera vez que besas a esa persona. Extiende el beso por diferentes
partes de la cara. No te limites a los labios.
• Sé progresivo en tus movimientos. Comienza con dos besitos pequeños,
como aperitivo, antes de ofrecer un largo y cálido beso. Esta alternancia
(beso largo-beso corto) es muy positiva y enriquecedora pero, para que no
se convierta en una rutina, transfórmalos de vez en cuando en lameduras o
pequeños mordiscos.
• Y, para finalizar, otro besito que anticipe la traca final: el beso más grande.
Procura dejar buen sabor de boca (nunca mejor dicho) con un beso dulce,
elegante y agradable. No la cagues con un final brusco o impetuoso.
3. S I G N I F I C A D O
• QUÉ SIGNIFICAN SUS BESOS?
• Seguramente te habrás preguntado más de una vez qué intenciones ocultaban algunos besos que te
han dado. Aunque todo depende del momento y de la persona, existen unas interpretaciones más o
menos universales.En la mejilla: Beso totalmente inocente. Sólo quiere ser tu amigo (¡o simplemente
no se atreve a aventurarse en otras zonas de tu rostro!).
• En la mano: Denota admiración. Es muy galante y muestra además que está rendido a tus pies (¡o
simplemente que es un poco anticuado y dieciochesco!).
• En el cuello: Te quiere mucho (¡y los labios ya no le sacian!).
• En los labios: Te ama.
• En los labios y mirándote a los ojos: Te está pidiendo que le correspondas en el beso. Es una
invitación.En los labios y jugando con tu pelo: Lo tienes loquito.
• En los labios y con las manos sobre tu cintura: Te quiere con él, no puede prescindir de ti.
Tranquilo/a, no va a abandonarte.En las orejas: Le gusta juguetear contigo.
• En otro sitio: Está iniciando exploraciones por tu cuerpo. No te dejes llevar muy lejos si no quieres
que el beso se convierta en otra cosa (¡o sí!).
• El arte
• EL ARTE DE BESAR
•
• Se está a lo que se está, es decir, que necesitas centrarte en lo que estás haciendo. Piensa
solamente en el beso que vas a dar.
• Empieza suavemente con los labios cerrados o un poco entreabiertos. No comiences con los labios
húmedos, la boca abierta y utilizando la lengua.
• Relaja los labios, pero no hasta el extremo de dejarlos flácidos.
• Tómate todo el tiempo del mundo pero sé consciente de que los besos tienen también una duración
lógica y no conviene prolongarlos más de lo necesario. Hay que saber terminar en el momento justo.
• Utiliza tus manos como complemento para incrementar lentamente la temperatura del momento. Roza
con suavidad la espalda, los brazos o los hombros de tu pareja. No te aventures en zonas eróticas a
no ser que quieras acabar convirtiendo el beso en una experiencia sexual.
• Ponle interés y voluntad: como si fuera la primera vez que lo haces o la primera vez que besas a esa
persona. Extiende el beso por diferentes partes de la cara. No te limites a los labios.
• Sé progresivo en tus movimientos. Comienza con dos besitos pequeños, como aperitivo, antes de
ofrecer un largo y cálido beso. Esta alternancia (beso largo-beso corto) es muy positiva y
enriquecedora pero, para que no se convierta en una rutina, transfórmalos de vez en cuando en
lameduras o pequeños mordiscos.