Este cuento popular chino narra la historia de un sabio campesino que mantiene una actitud positiva ante los cambios en su vida, ya sean buenos o malos. Cuando su caballo escapa y luego regresa con una yegua, y cuando su hijo se lastima la pierna intentando domar a la yegua, el campesino se niega a juzgar si es buena o mala suerte, prefiriendo esperar. Más tarde, cuando el ejército recluta a los jóvenes pero deja a su hijo por su pierna lastimada, el
JUAN BUNYAN, hijo de un calderero, nació en Elstow., cerca de Bedford, el año 1628, en una época en la cual prevalecían las malas costumbres por todo el país de Inglaterra. Su educación fue la que los pobres podían dar a sus hijos en aquellos días. Asistió a la escuela primaria, y aprendió a leer y escribir; pero era un muchacho desaplicado, y muy pocos de su edad le aventajaban en maldecir, jurar, mentir y blasfemar. En sus días juveniles el terror era lo único que parecía tener alguna fuerza para sujetarle. Durante el día tenía frecuentes y tenebrosos presentimientos de la ira venidera, y de noche le sobresaltaban sueños horribles. Su imaginación concebía apariciones de malos espíritus que venían a llevárselo consigo, o le hacía pensar que había llegado el último día con todas sus terribles realidades.
JUAN BUNYAN, hijo de un calderero, nació en Elstow., cerca de Bedford, el año 1628, en una época en la cual prevalecían las malas costumbres por todo el país de Inglaterra. Su educación fue la que los pobres podían dar a sus hijos en aquellos días. Asistió a la escuela primaria, y aprendió a leer y escribir; pero era un muchacho desaplicado, y muy pocos de su edad le aventajaban en maldecir, jurar, mentir y blasfemar. En sus días juveniles el terror era lo único que parecía tener alguna fuerza para sujetarle. Durante el día tenía frecuentes y tenebrosos presentimientos de la ira venidera, y de noche le sobresaltaban sueños horribles. Su imaginación concebía apariciones de malos espíritus que venían a llevárselo consigo, o le hacía pensar que había llegado el último día con todas sus terribles realidades.
Casi todo en la vida es relativo y depende del observador y juez, así que para cada situación habrá siempre opiniones enfrentadas, como avanzar a pesar de ello es lo que se dice a través de estos cuentos.
Dependencia afectiva, diferencia entre dependencia y codependencia, fortalecimiento y conocimiento de la persona, abordajes cognitivo, sistémico y logoterapéutico
áreas de aplicación clínica de la terapia de conducta, desensibilización sistemática, implosion, exposición imaginaria, exposición en vivo, etc.utiles para ansiedad, depresión, tics, fobias, consumo de sustancias, problemas de pareja, etc.
Casi todo en la vida es relativo y depende del observador y juez, así que para cada situación habrá siempre opiniones enfrentadas, como avanzar a pesar de ello es lo que se dice a través de estos cuentos.
Dependencia afectiva, diferencia entre dependencia y codependencia, fortalecimiento y conocimiento de la persona, abordajes cognitivo, sistémico y logoterapéutico
áreas de aplicación clínica de la terapia de conducta, desensibilización sistemática, implosion, exposición imaginaria, exposición en vivo, etc.utiles para ansiedad, depresión, tics, fobias, consumo de sustancias, problemas de pareja, etc.
Las capacidades sociomotrices son las que hacen posible que el individuo se pueda desenvolver socialmente de acuerdo a la actuación motriz propias de cada edad evolutiva del individuo; Martha Castañer las clasifica en: Interacción y comunicación, introyección, emoción y expresión, creatividad e imaginación.
2. Una historia popular china cuenta sobre un
viejo, pero sabio campesino, que sólo
contaba con su joven hijo y un viejo caballo
para cultivar su campo.
3. Un día, el caballo
escapó a las montañas.
Cuando los vecinos del
anciano campesino
se acercaban para
consolarlo, y lamentar
su desgracia, el sabio
campesino les replicó:
«¿Mala suerte? ¿Buena
suerte? ¿Quién lo sabe?
4. Una semana después, el caballo
volvió de las montañas trayendo
consigo una preciosa yegua salvaje
6. Al día siguiente,
su joven hijo
intentó domar a
la yegua, pero
se cayó y se
rompió una
pierna.
7. Todo el mundo
consideró esto como
una desgracia. «Mata
a esa yegua, está
maldita», le decían
algunos.
No así el sabio
campesino, quien se
limitó a decir: “¿Malo
o Bueno? Nadie lo
puede saber tan
rápido».
8. La semana siguiente, el ejército del
Emperador pasó reclutando a todos
los jóvenes de la aldea para la guerra.
9. Pero al ver al hijo del campesino con la
pierna quebrada lo dejaron quedarse.
Los vecinos le dijeron “Que buena
suerte tuviste”, el hombre prefirió
callar y esperar hasta quedarse solo
con su hijo.
10. Entonces le dijo
a su hijo:
«Quiero
compartirte una
de las grandes
enseñanzas
de la vida»
11. He pasado por
muchas situaciones
difíciles en mi vida pero con el tiempo
he aprendido a aceptar los hechos, sin
sacar conclusiones precipitadas.
Estoy convencido que, al final todo
pasa por nuestro bien. Lo único que
depende de ti y de mí es la actitud con
la que decidamos vivir día tras día.