El conejito burlón siempre se burlaba de los demás animales del bosque, pero un día todos decidieron ignorarlo como castigo. El conejito se sintió solo cuando no fue invitado a una fiesta de los animales y decidió marcharse triste. Los animales tuvieron pena por él y fueron a buscarlo, invitándolo a la fiesta si prometía no burlarse más.